Contra el coronavirus, la acción social

PUNTO CRÍTICO/Gabriel Torres Espinoza

Los gobiernos son frecuentemente rebasados en diversos y complejos problemas sociales que aventajan su capacidad de respuesta: Pandemias, desórdenes climáticos, crisis económicas mundiales, terrorismo y narcotráfico, son emblemáticos ejemplos.

La pregunta es ¿cómo hacer frente a este particular y desafiante contexto, obviando la necesaria respuesta netamente ‘gubernamentalista’ de alcance endémico y/o territorial?

A través de 1.- Coordinación internacional; y 2.-Cooperación social y acción colectiva. Mientras que la primera es de difícil negociación, la segunda es de espontánea realización. En todo caso, la ineficiencia e insuficiencia de los gobiernos para hacer frente a los problemas más complejos de la vida pública, sólo puede ser resuelta con ‘acción social’.

Lo anterior viene a cuenta por la pandemia del coronavirus. La reacción de los gobiernos en diversas latitudes se registra asimétrica, con la pertinencia como excepción y la frivolidad regla, aunque todas se aprecian a la zaga o rebasadas por las circunstancias.

No obstante, la respuesta más eficaz, ante problemas de tal magnitud, a efectos de asegurar su contención puede resultar de la sociedad.

Por ejemplo: mientras que en el sismo de 1985 (8.1 grados Richter) dejó una cifra oficial de 9,158 muertos [aunque el Servicio Sismológico Nacional habla ya de 40 mil muertes en realidad]; el de septiembre de 2017 (7.1 grados Richter) dejó un saldo rojo 369 decesos.

El paradigmático caso de ‘Panamá Papers’ que requirió el análisis e investigación de 11.5 millones de documentos, por un total de 109 medios de comunicación, 370 periodistas, correspondientes a 76 países, desnudó de cuerpo entero a autoridades, empresarios y celebridades sobre cómo invierten activos en paraísos fiscales para lavar dinero y evadir impuestos.

En materia de salud, la pandemia de la Influenza H1N1 dejó aprendizajes importantes entre la sociedad: evitar los saludos de beso y de mano, utilizar cubrebocas y lavarse constantemente las manos con jabón o gel antibacterial. Todo lo anterior propició una contención sustantiva de los contagios.

A pesar de que México fue el epicentro de la pandemia de la ‘influenza porcina’ en abril de 2019, para el 06 de julio la Organización Mundial de la Salud (OMS) informaba la existencia de 94,512 casos acumulados confirmados en 134 países: Estados Unidos con 33,902 casos, México con 10,262, Canadá con 7,983. Es decir, nuestro país no lideraba la lista y se encontraba muy por debajo de la cifra reportada por E.E.U.U.

Respecto de esta pandemia, en abril de 2009 la OMS señalaba: “La estrategia de ‘toda la sociedad’ en la preparación contra una pandemia (…) destaca la importancia de las funciones que desempeñan las personas, las familias y las comunidades, en la mitigación de los efectos de una pandemia (…)

Las organizaciones de la sociedad civil, las familias, los individuos y los líderes tradicionales, las universidades, desempeñan funciones esenciales en la mitigación de los efectos de una pandemia (…) Independientemente del gobierno, sí la sociedad participa, si toma conciencia y actúa en consecuencia, se podrá disminuir los efectos de la enfermedad del coronavirus en México.

Director Gral. de la Operadora SURTyC de la U d G

@Gabriel_TorresE

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