Mujeres sin alerta…ni defensa

CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla

Sale sobrando justificar la importancia que tiene la mujer en cualquier sociedad del mundo y más en un país como el nuestro.

Es por ello que un gran revuelo y controversia ha causado la decisión del nuevo gobierno de Jalisco de desaparecer el Instituto de la Mujeres del Estado y pasar sus atribuciones a la recién creada “Secretaría de la Igualdad Sustantiva” misma que, según lo refieren en la prometida “Refundación” en el apartado de la agenda de género, “El mensaje es claro y contundente: durante los próximos seis años la agenda de inclusión, igualdad sustantiva y la lucha para erradicar la violencia en contra de las mujeres dejará de ser una simulación.

Vamos a darle el peso que el tema demanda desde el gobierno estatal. Vamos a dialogar y vamos a trabajar junto con la sociedad para fortalecer los mecanismos e instituciones que garantizarán y harán valer el derecho a vivir sin violencia.” (https://enriquealfaro.mx/ejes/genero)

Y mire que no solo en Jalisco la situación de violencia que viven las mujeres es preocupante, México se ha vuelto un país de machos cavernícolas, lo que confirma el hecho de que en 27 estados del país se tenga alerta de género, derivado de lo que nos dice el Inegi, que  estima que por cada 100 mujeres de 15 años y más que han tenido pareja o esposo, 42 de las casadas y 59 de las separadas, divorciadas y viudas han vivido situaciones de violencia emocional, económica, física o sexual durante su actual o última relación.

Asimismo, en el país durante 2018 se registraron alrededor de 800 feminicidios, de los cuales, según cifras del Comité de América Latina y El Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres(Cladem) hubo 198 en Jalisco y 1,118 desapariciones. De mujeres, y en lo que va de 2019 se han contabilizado 17 casos de mujeres asesinadas y 10 casos de desapariciones. 

¿Cuál es la solución que realmente erradique este cáncer social que atenta contra lo más importante, sagrado y fundamental de la sociedad? Sin duda la educación, tal como lo plantea la Organización de las Naciones Unidas (ONU) “La prevención debe comenzar en las primeras etapas de la vida, mediante la educación de los niños y niñas que promueva las relaciones de respeto y la igualdad de género.

El trabajo con jóvenes es la mejor opción para lograr un progreso rápido y sostenido en materia de prevención y erradicación de la violencia de género.

Aunque las políticas públicas y las intervenciones suelen pasar por alto esta etapa de la vida, se trata de una época crucial durante la cual se forman los valores y normas relativas a la igualdad de género.” (http://www.unwomen.org/es/what-we-do/ending-violence-against-women/prevention)

Ante el desolador panorama de que en México el promedio educativo es de tercero de secundaria, la cultura machista incrustada en nuestro ADN (hay un gran número aún de mujeres “machistas”) y la carencia de importancia de los gobiernos de todos los ámbitos, que se ve reflejado en la poca importancia de generar reformas educativas de profundidad, políticas públicas transversales y sanciones ejemplares y severas que realmente reeduquen e inhiban estas prácticas, la violencia de género difícilmente, si no es que imposible, será erradicada.

Basta escuchar la música de banda y reguetón, así como las narco series y programación que tiene una gran influencia entre los jóvenes de este país como un componente cultural que, ante la nula educación de respeto a la mujer, refuerza las creencias de que la violencia de género es normal.

Hay mucho que hacer y la desaparición de organismos como el Instituto Jalisciense de la Mujer hace que la chamba sea más pesada.

Ojalá y en un acto de reflexión profunda y altura de miras, se dé marcha atrás a la propuesta. Por ellas, por una sociedad que les dé el lugar que les corresponde.

Politólogo, Profesor universitario y Miembro del Claustro Académico del Itei

@aagsevilla

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