Incendios llevan a la bancarrota a la mayor eléctrica de California

La compañía Pacific Gas & Electric se ha acogido al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EEUU al ser incapaz de asumir las deudas de miles de millones de dólares provocadas por el mortífero fuego del pasado noviembre.

Pacific Gas & Electric (PG&E), la mayor eléctrica de California, se declaró ayer en suspensión de pagos después de que el incendio más mortífero de la historia en ese estado americano la haya dejado en una situación límite, con deudas de miles de millones de dólares.

El grupo ha declarado que acogerse al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EEUU -equivalente al concurso de acreedores en España- le permitirá cumplir con las obligaciones que han surgido y que continuarán apareciendo en relación con los incendios forestales que han azotado California en los últimos años. Entre ellos, el fuego de Camp Fire del pasado noviembre, que dejó decenas de fallecidos y varios centenares de desaparecidos, tras destruir 14.000 viviendas y arrasar un área de 620 kilómetros cuadrados.

Liquidez

Según el informe presentado por la compañía al presentar su solicitud para acogerse al capítulo 11, Pacific Gas & Electric tiene un pasivo total de más de 50.000 millones de dólares (48.158 millones de euros) y 100.000 acreedores. Mientras, sus activos ascienden a 71.400 millones de dólares (62.518 millones de euros). Entre sus acreedores figuran Bank of New York Mellon, Citibank y Bank of America.

«Creemos que este proceso hará que tengamos suficiente liquidez para prestar servicios a nuestros clientes, realizar nuestras operaciones y cumplir con nuestras obligaciones», ha declarado John Simon, consejero delegado interino de PG&E desde que, a principios de mes, dimitiera Geisha Williams. Su salida se produjo antes de que la compañía anunciara su intención de suspender pagos.

PG&E ha señalado que también está intentando que los tribunales le permitan acceder a 5.500 millones de dólares (4.816 millones de euros) de financiación de deudores que ya había conseguido para seguir llevando a cabo labores esenciales de mantenimiento e inversiones continuas en seguridad y fiabilidad durante el transcurso del proceso del capítulo 11.

«A lo largo de este proceso, nos hemos comprometido plenamente a mejorar nuestras medidas de seguridad contra los incendios forestales, así como a ayudar en las labores de restauración y reconstrucción de las zonas afectadas por los devastadores incendios forestales del norte de California», ha añadido Simon.

El anuncio de ayer era ampliamente esperado después de que PG&E abriera la puerta a declararse en bancarrota hace dos semanas. Sin embargo, ha desatado las críticas de uno de sus accionistas, el hedge fund BlueMountain Capital, que controla en torno al 2% de la eléctrica.

Malestar

BlueMountain dijo ayer sentirse «hondamente decepcionado» con el consejo de PG&E, que «ha ignorado llamadas de distintos actores para que abandonara su irresponsable y temerario plan». La suspensión de pagos, en su opinión, «dañará a todos los accionistas» , incluyendo «víctimas del incendio, clientes, empleados, entidades financiadoras, accionistas y a todos los habitantes de California».

BlueMountain espera que su presión derive en el nombramiento de un nuevo consejo de administración y planea hacer público qué candidatos propone el próximo 21 de febrero. «La bancarrota no elimina los derechos de gobierno corporativo de los accionistas», ha subrayado.

PG&E fue eximida la semana pasada de responsabilidad por el incendio de Tubbs en 2017 que, según BlueMountain, fue «otro ejemplo de por qué la empresa no debería apresurarse a declararse en suspensión de pagos».

La compañía estadounidense, cuya plantilla asciende a unos 24.000 empleados, tiene 5,4 millones de clientes de electricidad y 4,3 millones de gas.

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