Seguridad y crisis en derechos humanos

Jorge-Rocha2PESIMISMO ILUSTRADO/Jorge Rocha

Tres eventos alrededor de la agenda de seguridad cimbraron a la opinión pública y provocaron un fuerte debate al respecto, a saber: el reportaje periodístico sobre las fosas en el país, la declaración de inconstitucionalidad de la Ley de Seguridad Interior y la presentación del plan nacional de seguridad pública del presidente electo Andrés Manuel López Obrador.
Marcela Turati, Alejandra Guillén y Mago Torres presentaron un exhaustivo trabajo periodístico donde presentan el mapa de las fosas ilegales que hay en México en el período que va del año 2006 y hasta el año 2016. En este documento se habla de la existencia de casi dos mil fosas clandestinas y se puede inferir a través de los datos mostrados, como el fenómeno explota cuando el entonces presidente de México, Felipe Calderón, le declara la guerra al narcotráfico e incorpora de lleno a las fuerzas armadas para realizar esta labor, ya que de dos fosas encontradas en el año 2006 pasamos a casi dos mil fosas diez años después.
Algunas de las cifras de este mapa del terror son las siguientes:

a) Los estados que encabezan el número de fosas clandestinas entre 2006 y 2016 son: Veracruz (332); Tamaulipas (280); Guerrero (216); Chihuahua (194); Sinaloa (139); Zacatecas (138); Jalisco (137); Nuevo León (114); Sonora (86); Michoacán (76); y San Luis Potosí (65).
b) Los estados con más cuerpos contabilizados en fosas en el mismo periodo son: Durango (497); Chihuahua (391); Tamaulipas (336); Guerrero (325); Veracruz (222); Jalisco (214); Sinaloa (176); Michoacán (132); Nuevo León (119); Sonora (96); Zacatecas (81).

Uno de los elementos que resaltan en este documento es la dificultad de conseguir la información, donde incluso hubo gobiernos estatales que se negaron a proporcionarla. Hay que decir que a este robusto informe le falta la información de los años 2017 y lo que va del 2018, asumiendo que estos dos años, de acuerdo, a las cifras de homicidios dolosos y desapariciones, es el periodo más violento que tenemos en el país. Este mapa de las fosas clandestinas nos refrenda la aseveración de que México está sumido en una grave crisis de derechos humanos.

En este escenario digno de una novela de terror, la buena noticia de estos días fue que la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucional la Ley de Seguridad Interior impulsada por Enrique Peña Nieto y donde se permitía la actuación de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública y además se otorgaban facultades extra-constitucionales al presidente de la República en esta materia.

Ahora bien, frente a este hecho, el presidente electo Andrés Manuel López Obrador, presentó su plan nacional de seguridad pública, donde algunos elementos que resaltan de forma positiva son la construcción de un consejo de paz, la implementación de una amnistía condicionada y ciertas normativas para combatir la corrupción de los funcionarios públicos para evitar la colusión de éstos con la delincuencia organizada. Sin embargo, dentro de este plan nacional, el asunto que preocupa sobre manera es la creación de una Guardia Nacional, que puede llegar a 150 mil efectivos en 266 regiones del país y donde las fuerzas armadas estén al frente, es decir, se propone continuar con el proceso de militarización de la seguridad pública cuando la Suprema Corte acaba de señalar que esta acción es inconstitucional y además cuando siguen saliendo informes que se reafirman que la militarización ha sido ineficiente para resolver el problema y que ha tenido como funesta consecuencia el incremento sustantivo de la violencia en el país. Hay una reiteración del presidente electo de que el respeto a los derechos humanos será pleno, pero la experiencia de una década y el marco normativo apuntalan la idea de que la militarización no es la solución a este gravísimo problema.

Es urgente que el presidente electo y su equipo de seguridad, se pongan a dialogar con organismos defensores de los derechos humanos, para someter a su análisis las estrategias planteadas en este plan, porque queda claro que las mismas estrategias conducen a los mismos resultados.

Profesor investigador ITESO

@JorgRochaQ

 

 

 

 

 

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