La continuación del fracaso

VerónicaJuárez

PERSPECTIVA21/Verónica Juárez Piña

Este martes Morena presentó en la Cámara de Diputados la iniciativa para crear la Guardia Nacional. La propuesta busca reformar 13 artículos de nuestra Carta Magna. La iniciativa confirma lo que ya sabíamos: continuará la militarización del país y, aún peor, esta anormalidad quedará registrada en la Constitución.

Paradójicamente, después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucional la Ley de Seguridad Interior, el Presidente Electo propuso su Plan Nacional de Paz y Seguridad, que tiene como eje principal la creación de una Guardia Nacional a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional, y para lo cual envían la iniciativa en comento para reformar la Constitución, lo que contradice en esencia la resolución de la Corte.

En la iniciativa hay un buen diagnóstico, pero una mala estrategia para resolver de fondo el grave problema de la inseguridad porque en los hechos mantiene la continuidad del modelo policíaco-militar que por dos sexenios consecutivos no ha dado resultados.

Se admite que ha sido un fracaso el combate a la inseguridad, que las policías no cumplen con su labor y que han existido violaciones masivas a los derechos humanos en México.

La propuesta parte de un diagnóstico compartido: la “Guerra” que comenzó hace doce años sólo nos ha traído muerte, desapariciones, desprestigio de las Fuerzas Armadas y una incapacidad manifiesta del Estado Mexicano para constituir una policía confiable.

Sin embargo, lo curioso del proyecto es que admite las deficiencias del modelo militarista, pero propone que sigamos en esa senda. Cito: “la columna vertebral del Ejército es su disciplina, formación y valores. Es precisamente en esos atributos en donde se cimenta nuestro proyecto. La Guardia Nacional responderá a la disciplina militar en lo que respecta a su régimen interno de organización”.

Y prosigue: “sin embargo, en el ejercicio de sus atribuciones, ligadas al contacto permanente con la población civil, se desempeñará bajo parámetros de conducción civil, es decir, ajustará el ejercicio de sus funciones de manera racional y proporcional para proteger libertad, bienes y derechos de las personas”.

La cuestión es ¿cómo será posible tener una Guardia Nacional, que obedezca a la disciplina y formación castrense, pero que hacía afuera se comporte como un cuerpo policíaco?, ¿por qué Andrés Manuel y Morena no admiten, con todas sus letras, que no conciben otra opción más que la militarización?

¿Será posible que un cuerpo que dependerá de la Secretaría de la Defensa Nacional, y que recibirá formación militar, no caiga en problemas de violaciones a los derechos humanos o autoritarismo, como han sido los casos de Iguala, Tlatlaya, Tanahuato y Palmarito?

Morena ha intentado justificar su iniciativa diciendo que este cuerpo sustituirá al Ejército, pero más bien lo que parece es que se quiere formar una Guardia Nacional que opere bajos las reglas de los militares pero que no se le llame Ejército.

Desde el PRD, como lo hemos hecho en anteriores legislatura, nos seguiremos oponiendo de manera decidida a se mantenga la militarización del país y se vulnere la soberanía de los estados y las atribuciones de las autoridades civiles en materia de seguridad al otorgarle excesivas atribuciones al Presidente de la República y a la Guardia Nacional, como propone la iniciativa en comento.

Durante la discusión de la propuesta, en la Cámara de Diputados mantendremos nuestra exigencia de que se garanticen los derechos

humanos, tal y como se establece en el Artículo 1 de la Constitución; y haremos nuestras las demandas de organismos nacionales e internacionales, expertos y más de 500 organizaciones civiles, de que se termine con la militarización de la seguridad pública y que las Fuerzas Armadas regresen paulatinamente a sus cuarteles.

Vicecoordinadora del GPPRD

@juarezvero

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