Kinessa Johnson es una veterana del Ejército de Combate de Estados Unidos que estuvo en la guerra de Afganistán y después de eso se dedicó a ser instructora de armas. Posteriormente se convirtió en una agente anticaza en un programa para veteranos que dedican su vida a proteger la vida silvestre de África, en una organización que utiliza las tácticas de soldados de Estados Unidos para enfrentarse a los cazadores furtivos, además de apoyar a las comunidades.
Aunque se trata de una actividad que pone en riesgo su vida, ya que los cazadores furtivos están armados también y normalmente comienzan enfrentamientos, Kinessa afirma que el objetivo principal es no matar a nadie, incluso las operaciones cambian diario. “Es importante aplicar las leyes, educar a los africanos y cambiar las políticas en China para no perder la vida silvestre del continente”, opinó Johnson sobre las acciones que debían tomarse para combatir la caza furtiva en África y China.
El programa se llama Vetpaw y ofrece empleo a veteranos de la guerra de Afganistán para que utilicen sus conocimientos en entrenamiento y apoyo a los guardabosques y anti cazadores. “Casi 100 elefantes son sacrificados todos los días por sus colmillos, sin acción, estas especies icónicas y otros podrían desaparecer de la naturaleza en al menos una década. La crisis de cazadores afecta a todos: el comercio ilegal de marfil financia normalmente a organizaciones terroristas”, explica la organización.
El equipo también se dedica a educar a las comunidades y al mundo sobre lo que conlleva proteger a las especies que son cazadas por sus cuernos. La agente también trabaja con más mujeres en África que se dedican a proteger los parques y que ponen en riesgo sus vidas junto con otros 3 compañeros.