Gitanos públicos

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CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla

En pleno desgaste de su bono democrático, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador deja una estela de dudas respecto a sus declaraciones y los actos recientes en los que ha aparecido. que contradicen impresionantemente a lo prometido en su campaña. 

Siempre he sostenido que la política mexicana es como el adagio de “entre gitanos no nos leemos las manos”, ante un pueblo inerte que solo muestra su ¿patriotismo? Cada año y que es incapaz de crear contrapesos desde la sociedad civil y que le deja integra la ¿responsabilidad?

De lo público a los políticos, quienes en cada administración se muestran más voraces y menos eficientes para resolver las cada vez más crecientes necesidades de la población, empezando por la más básica que es la seguridad pública.  

Ante esta realidad que nos aqueja a los mexicanos, como buen fanático beisbolero, debería mandar señales claras que den certeza de que las cosas públicas durante su gestión serán diferentes, como lo ha prometido desde hace dos décadas, sin embargo, ahora recula y desde antes de iniciar su mandato deja en claro que poco o nada hará para desterrar la corrupción e impunidad que privan en México. 

Así lo demuestran sus dichos, refiere que ningún famoso estará en la cárcel, que Rosario Robles es un chivo expiatorio de “los de la mafia del poder y algunos medios de información les gusta mucho ofrecer circo a la gente, y nosotros ya no queremos eso (…) Nunca cuestionaron a los responsables, a los jefes del saqueo desde tiempo atrás. Llevan 30 años saqueando el país, y los medios de comunicación calladitos”. 

Ante esto solo me queda preguntar si el presidente electo será otro empleado de “la mafia del poder” o sí realmente nos dará a conocer a sus integrantes y hará algo al respecto para castigarlos por el saqueo que el mismo expresa, han hecho a la nación y si tiene información contundente que exonere a Rosario Robles, acusada del desvío de más de 700 millones de pesos de la Sedatu.

No son los medios los que permanecen calladitos, son las omisiones de los políticos las que han permitido los niveles de escándalo de corrupción e impunidad y AMLO sigue en la misma línea.  

A esperar entonces que AMLO castigue a la “mafia del poder” o que nos demuestre que esta es tan poderosa que ni él será capaz de tocarla y seguir en la dinámica de la “política de gitanos”. 

Politólogo, profesor universitario y miembro del Claustro Académico del ITEI.

@aagsevilla

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