Su origen
Como si se tratara de una película de terror de bajo presupuesto, la historia del diamante Hope, es tan increíble como terrible.
La leyenda cuenta, que el impresionante diamante de color azul y de 115 quilates, fue robado de un templo en la India, del ojo de un ídolo esculpido en honor a la diosa hindú Sītā, esposa del dios y avatar Rāma.
Fue adquirido por primera vez por el comerciante francés, Jean-Baptiste Tavernier, entre los años 1660 y 1661.
Tavernier, se lo vendió al rey Luis XIV de Francia, quien lo mandó a cortar quedando de 67 quilates, pasó a ser conocido como el «Diamante Azul de la Corona», y fue parte del tesoro real hasta 1773.