La Pandemia del Coronavirus y el Derecho a la Salud

HABLEMOS DE DERECHOS/Salvador Romero

El llamado “Coronavirus” (COVID-19) ha sido declarado oficialmente como Pandemia por el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la Organización Mundial de la Salud, y están solicitando a todos los países del Mundo que tomen las medidas correspondientes para tratar de contener dicha enfermedad.

Aunque aclaró que esto no significa que se esté pasando de la etapa de contención a la de mitigación, lo que en estos momentos considera que sería todavía un error, pidió que el principal pilar que tomen los países sea el de la contención o control de su propagación.

Ello es posible porque aseguró que han visto ya que varios países han logrado dicha contención.

Señaló que: “Todos los países deben establecer un equilibrio en la balanza entre la protección de la salud, la minimización de disrupciones económicas y sociales, y el debido respeto a los derechos humanos.”

En ese contexto, vale la pena recordar el artículo publicado en el “New York Times” (Sheikh, Watkins, Wu y Gröndahl) el pasado 28 de febrero titulado “¿Qué tan mal se podría poner el brote de Coronavirus?”, en donde señalan cuáles son los factores clave para entender la gravedad de una enfermedad como el Coronavirus, basados en los 6 factores que tradicionalmente se han utilizado para evaluar cualquier brote o epidemia:

1. ¿Qué tan contagioso es el virus?
2. ¿Cuál es la tasa de mortalidad del virus?
3. ¿Cuánto tiempo tardan en presentarse los síntomas de la enfermedad?
4. ¿Qué tanto han viajado las personas infectadas?
5. ¿Qué tan efectiva podría ser la respuesta de las autoridades?
6. ¿Cuánto tiempo tardaría en desarrollarse un tratamiento o vacuna?

Respecto al Coronavirus, las respuestas a estas preguntas son sin duda alguna preocupantes, ya que la evidencia disponible indica que el virus es altamente contagioso (se estima que un enfermo podría contagiar de dos a cuatro personas en circunstancias normales), ya que incluso es capaz de viajar en el aire dentro de microscópicos fluidos corporales.

De igual manera, su tasa de mortalidad actual es bastante elevada, incluso acercándose al 4% del total de casos conocidos (4,373 muertes de 121,564 casos confirmados de acuerdo al portal de la Universidad John Hopkins), por lo que el impacto mundial (y regional) de la enfermedad, en caso de salirse de control, pudiera ser bastante considerable.

Los síntomas tardan aproximadamente 5 a 6 días en manifestarse, pero la persona infectada puede ser contagiosa al menos 24 horas antes de presentar dichos síntomas, por lo que la contención se vuelve complicada, lo que se refleja en la gran distancia que han podido viajar los infectados por todo el Planeta, existiendo casos confirmados en más de 100 países desde el 1 de diciembre de 2019 en que se hizo público el primer caso.

Otro factor que es causa de amplía preocupación es que los tratamientos especiales o vacunas para dicha enfermedad no se encuentran actualmente desarrollados ni disponibles, y que una vacuna tardaría por lo menos un año en tenerse preparada.

Finalmente, respecto al tema que atañe a las autoridades, y el que debiera de preocuparnos y ocuparnos a todos los mexicanos es el de la respuesta gubernamental.

Los autores de dicho artículo señalan categóricamente que: “La habilidad de las naciones para prepararse a la llegada del Coronavirus dependerá de la fortaleza de sus sistemas de salud, su capacidad para identificar los casos, proporcionar suficientes camas de hospital, medicinas y respiradores artificiales para los pacientes más graves; y su efectividad para informar y comunicarse con su sociedad”.

La gran pregunta es: ¿En México estamos preparados para ello? ¿Podrá el Estado Mexicano garantizar nuestro derecho humano a la salud ante el Coronavirus? ¿Podrá la población actuar con la responsabilidad suficiente para evitar que el brote se salga de control?

Comisionado del ITEI Jalisco

@chavaromero

 

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