PESIMISMO ILUSTRADO/ Jorge Rocha
El año 2019 comienza con la nueva realidad política del país y del estado, tanto Andrés Manuel López Obrador como Enrique Alfaro están gobernando, ambos con sus equipos completos y con el presupuesto público a su disposición.
Ahora sí ya no hay pretextos para ninguno de los dos y ambos tienen que pasar de ser “candidatos” a titulares del poder ejecutivo, eso fundamentalmente significa tomar decisiones y dar resultados.
Hace algunos años se puso de moda aquello de los “primeros cien días” donde los gobernantes entrantes se comprometían a realizar acciones inmediatas, la experiencia y la sensatez los conminó a dejar ese tipo de parafernalias aún lado, sin embargo, eso no quita que existan agendas donde los resultados tienen que empezar a mostrarse en el primer año y tanto para López Obrador como para Alfaro el cronómetro político ya empezó a caminar.
Es cierto que los retos para México y Jalisco son resolubles en el mediano y largo plazo, pero es también muy importante que algunos asuntos tengan solución en el corto plazo, porque los tiempos de espera ciudadana son cada vez más cortos.
Para el caso de México hay dos temas donde el presidente deberá mostrar avances en el primer año; y desde mi particular punto de vista son: bajar los índices de violencia y disminuir la corrupción.
Hasta ahora hay un debate muy serio en torno a la creación de la Guardia Nacional y continuar con las políticas de militarización de la seguridad pública, porque hay evidencias claras que este camino no ha dado resultados óptimos y porque aumenta las violaciones a los derechos humanos de acuerdo a la experiencia mexicana.
Sin embargo el presidente López Obrador insiste en esta estrategia y desde esa óptica sus posiciones representan un continuismo con lo hecho por sus antecesores (Peña Nieto y Calderón), parece que los famosos foros para la pacificación no dejaron ningún saldo y seguimos básicamente con lo mismo y previsiblemente con los mismos resultados.
Habrá que ver en qué acaba esta discusión porque las exigencias de mejora en este campo son muy grandes.
En cuanto a la corrupción aún no hay acciones contundentes (un mes de gobierno es muy poco) sin embargo parece que tratar de resolver el problema del huachicol en PEMEX puede ser algo muy importante, por supuesto no dejando que los daños colaterales lleguen a la ciudadanía, como ahora sucede con el desabasto de gasolina en varios estados del país.
Habrá que ver qué otras acciones impulsa el nuevo gobierno en esta línea, porque está claro que en esta agenda el “perdón” y el “olvido” no tienen cabida.
Para el caso de Jalisco hay dos asuntos que me parecen prioritarios y donde Enrique Alfaro deberá dar resultados desde el primer año.
El primero es la conclusión de la Línea Tres del Tren Ligero y el segundo es bajar los índices de violencia.
La administración pasada aseguró que para estos días ya estaríamos utilizando la nueva Línea del Tren, hoy por hoy no tenemos una fecha precisa de la apertura de este medio de transporte y aún no hay claridad de cuántos recursos se necesitan para concluir la obra.
Es fundamental para el gobierno de Alfaro que este proyecto quede terminado en este año, ya que el costo social que se ha pagado por él es muy grande y los retrasos generan cada vez mayor malestar.
El segundo asunto donde Alfaro deberá dar resultados en el primer año es en bajar la violencia en la entidad.
Como sabemos nuestro estado se ubica en los primeros lugares de homicidios y de desapariciones, además hay regiones donde el control del territorio lo tiene la delincuencia organizada y por supuesto que la necesidad más sentida por la población es la inseguridad.
Es por ello que el nuevo gobierno de Jalisco, con su nuevo diseño institucional deberá de dar resultados en esta agenda en el primer año, ya que es un problema que nos aqueja desde el sexenio de Emilio González Márquez y hasta ahora no hay avances, más bien tenemos un recrudecimiento.
Es cierto que la resolución completa de estas agendas nos llevará al menos una década, pero los avances de resultados que muestren mejoras serán fundamentales, tanto para el gobierno federal como estatal; y me parece que la ciudadanía en estos cuatro temas deberá de poner el dedo en el renglón un día sí y el otro también.
Aprovecho estas líneas para desearles a las y los lectores de La Méndiga Política un extraordinario 2019.
