CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla
Gran controversia ha causado la aprobación del presupuesto de egresos de la Federación para el ejercicio 2019, donde se destacan los recortes importantes en las áreas estratégicas como Ciencia y Tecnología, Educación y Cultura para aplicarla en lo urgente: salud, bienestar, seguridad y obras en el Sur.
En este presupuesto se contempla destinar 100 mil millones de pesos en beneficio de 5.4 millones de ancianos, de un universo de casi 13 millones, durante el año entrante, me parece loable atender a una población que en nuestro país, de acuerdo con los datos más recientes del Coneval, al corte de 2017, cuatro de cada diez personas mayores, que representan el 41.1 por ciento de esa población en México, están en situación de pobreza.
En total, 34.6 por ciento vive en pobreza moderada y 6.6 por ciento en pobreza extrema, además, una cuarta parte sufre violencia física, psicológica, económica o abandono.
Proveerles una pensión económica mayor es loable, pero al mismo tiempo el gobierno federal debe obligatoriamente implementar políticas públicas que impidan que esta situación se siga replicando en el futuro, que de seguir así no habrá dinero que alcance, ya que la proyección al 2050 es que se integren a esta situación de vulnerabilidad alrededor de 3 millones de ancianos más.
Los datos son contundentes y si no aprendemos a ahorrar, a sensibilizar, a que seamos capaces de aceptar, cuidar y respetar a nuestros ancianos, esto seguirá siendo un dolor de cabeza para gobiernos venideros, la ausencia de políticas integrales para garantizar una mejor vejez solo puede ser vista como el uso clientelar y electorero del recurso público.
Quiero agradecer amigo lector tu atención a esta columna y desearte una feliz navidad y un excelente 2019, ya que tomaremos un par de semanas de asueto. Nos leemos el año que entra!
