CON CHANFLE/Raúl de la Cruz
Con el permiso de ustedes me voy a referir a una historia personal.
Durante toda mi trayectoria periodística he cubierto infinidad de eventos deportivos, culturales y políticos pero ninguno tantos años como la natación en aguas abiertas.
En este caso el Maratón Acuático ABH desde que se inició en 1995 en Chapala. Siempre he tenido bastante respeto a la natación, sobre todo a quienes nadan largas distancias.
El evento lo organiza mi amigo Roberto Ramírez Maldonado desde la idea original con el Mtro. Gustavo Nuño Miramontes.
Ambos precursores de la natación en aguas abiertas, es decir, antes del ABH no existían. Siempre fui un observador durante veinte años. Nadar en el mar exige bastante no cualquiera. Por prescripción médica regresé a la alberca por recomendación del Dr. Rafael Ortega.
Me había realizado un procedimiento quirúrgico y me dijo que para rehabilitarme rápido acudiera a la alberca. Le hice caso. Entonces, un día cubriendo el Festival Acuático en Santa María del Oro veía y veía como llegaban los nadadores luego de nadar los tres kilómetros que consta el recorrido.
Me llamó la atención la llegada de una señora robusta de poco más de 160 kilos de peso. No la podíamos sacar de la laguna.
Nos tuvimos que coordinar cuatro elementos para sacarla, no la vi agotada por el contrario muy contenta. Para ella haber terminado fue un gran reto. Al verla tan alegre reflexioné: si ella puede por qué yo no.
Decidí prepararme. Me inscribí en la alberca del CODE Paradero. Me propuse como objetivo nadar el kilómetro del ABH en Rincón de Guayabitos en 2017.
El Maratón Acuático ABH consta de varias distancias. Una de tres kilómetros, una de un kilómetro y 400 y 200 metros para infantiles. Para lograr ese objetivo primero me discipliné con la técnica y me tuve que enseñar a nadar en todas las modalidades: mariposa, la más difícil, pecho, dorso y crol.
Nadar en aguas abiertas precisa de resistencia y disciplina constante. Al año de nadar de lunes a viernes me dije. Ya puedo con el reto. Me inscribí y pude terminar la prueba en el 2017.
Al llegar a la meta me embargo una gran emoción y desde entonces no he dejado de nadar. Este 27 de octubre me preparé para nadar el mismo kilómetro pero en menor tiempo. La cita es en Rincón de Guayabitos, (el destino de playa deportivo), el sábado a las 8 horas.
El espectáculo es maravilloso con más de 600 nadadores de varias partes de la república.
