No quieren bases militares americanas en Okinawa

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AP.-La gente que celebraba la victoria del nuevo gobernador electo de Okinawa gritaba “¡Denny! ¡Denny! ¡Denny!“. Era una escena extraña, que giraba en torno a la figura de Denny Tamaki, un político local con sangre estadounidense que deberá decidir el destino de bases de Estados Unidos en Okinawa.

Tamaki, de 58 años, hijo de un marine y el primer político con padres estadounidenses que gobernará Okinawa, derrotó a un candidato apoyado por un partido conservador alineado con Estados Unidos en la votación del domingo con una cómoda ventaja de 80.000 votos.

En juego está un plan elaborado a lo largo de décadas que contempla la construcción de una base aérea estadounidense en Henoko, sobre las costas de Okinawa.

Tamaki dijo que hablará con Estados Unidos y le explicará que los residentes de Okinawa rechazaron la base.

“Somos todos una familia en esta Tierra”, declaró Tamaki a la prensa. “La búsqueda de formas de coexistir en paz debe ser el punto de partida”.

Tamaki surge como un nuevo tipo de líder, que apoya la tolerancia y la diversidad, en una nación con una tradición de uniformidad y conformidad.

Nunca conoció a su padre, del que se sabe poco. Se cree que se fue de Okinawa antes de que naciese su hijo, producto de una relación con una mujer local. La doble nacionalidad es técnicamente ilegal entre los japoneses adultos, especialmente entre los políticos.

Si bien rara vez habla en detalle de sus raíces, Tamaki dice que refleja las complejidades de Okinawa.

Su lenguaje corporal tras la victoria fue revelador. Gritó “¡Banzai!”, una expresión típicamente japonesa. Bailó y movió sus brazos rítmicamente, al estilo de Okinawa.

Su carrera política empezó en el 2002 y fue elegido al Parlamento en el 2009. Está casado y tiene dos hijos varones y dos mujeres. Ha trabajado en radio y hecho música. Cantó en una banda de rock desde la secundaria y escribió letras para algunos de los principales artistas de Okinawa.

Todavía de vez en cuando se sube a un escenario con su guitarra y canta en inglés, aunque no lo habla fluidamente. Dice que Robin Williams y Tom Hanks son sus actores preferidos y Eric Clapton el músico que más le gusta.

“Es extremadamente popular, sin importar que sea medio estadounidense”, declaró Noritaka Yagi, quien tiene un negocio de venta de tacos en Uruma, Okinawa. “Sensibiliza a la gente”.

Tamaki dice que la gente expresó su voluntad de cambio y de sobreponer la “identidad a la ideología”.

“Impulsemos una nueva Okinawa”, manifestó en un tuit tras su triunfo sobre Atsuchi Sakima, un alcalde que decía que Okinawa debía consultar con el gobierno nacional para resolver el tema de la base.

El desafío que enfrenta Tamaki es enorme. Los esfuerzos por reducir la carga que representan las bases de Estados Unidos van en contra de la política militar de Japón, basada en un acuerdo bilateral firmado tras la Segunda Guerra Mundial. Japón considera a Estados Unidos su principal aliado y sigue dependiendo en gran medida de esa nación para su defensa.

Hay unos 54.000 soldados estadounidenses estacionados en Okinawa.

Para complicar más las cosas, Okinawa siguió ocupada por Estados Unidos después de que el resto de Japón recuperase su soberanía en 1952. Fue devuelta oficialmente a Japón recién en 1972.

Okinawa fue además escenario de una de las batallas más sangrientas de la Segunda Guerra Mundial y es bien conocida la historia de estudiantes de secundaria y profesores que sirvieron como enfermeros en el frente de combate y que se suicidaron ante que rendirse.

Incluso después de la guerra, ha habido incidentes en los que soldados estadounidenses violaron o atropellaron a alguien, que causaron profundo malestar. También son resistidos el ruido de los aviones y el peligro de accidentes aéreos.

“Es altamente simbólico el que un hombre que es en parte estadounidense lidere el movimiento contra las bases de Estados Unidos”, comentó Masaaki Gabe, profesor de política internacional de la Universidad de Ryukyus en Okinawa.

Gabe cree que Japón tratará de frenar la construcción de la base en Henoko.

“Denny Tamaki ha enfocado la atención en un tema muy delicado”, declaró. “En ese sentido, nos ha dado esperanza”.

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