Los desprópositos del pulpo camionero

RocíoMorganEFECTO AKRASÍA/Rocío Morgan

El pulpo camionero hizo de las suyas nuevamente, poniendo en jaque a buena parte de la sociedad jalisciense.

Los camioneros urbanos son un tema recurrente que cada tanto amenazan con poner de cabeza (y lo logran) a la ciudad, pues nada más se les antoja exigir aumento de tarifa, se van a paro, dejan de circular las unidades y dejan sin transporte a dos terceras partes de la población.

En días pasados mantuvieron su paro por cuatro días; según consignó la prensa local, fueron entre 40 y 50 rutas las que hicieron paro total o parcial. Su exigencia era conseguir un aumento de tarifa de siete pesos a 10, es decir, un 30% de aumento. Un total despropósito. Veamos por qué.

A inicios de año, como siempre, se autorizó un aumento al salario mínimo. Según la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, el incremento reportado ascendió a ocho pesos, lo que representó un 10.39%, para quedar en $88.36. Sin embargo, según académicos y especialistas, el aumento en realidad fue de 3.9%, basado en la tasa de inflación que se espera para este año, que en diciembre de 2017 se ubicó en 6.69%[i].

Como se puede ver, los porcentajes de aumento no corresponden a lo que exige el pulpo camionero, en un país donde los gasolinazos están a la orden del día y la inflación amenaza a la vuelta de la esquina, colándose como la humedad (ya por ahí tuvieron también su amenaza la industria de la masa y la tortilla y el sector agropecuario también amenazó con un alza al huevo).

En general, la gente se queja de que hay alzas en varios productos (jitomate, aguacate, limón, manzanas, uvas, cuyo precio sigue sin poder normalizarse, haciéndolos inalcanzables para buena parte de la población que vive en promedio con dos o tres salarios mínimos diarios y encima gastan un promedio de 28 pesos diarios por persona, solo en transportarse.

De todo esto también se quejan los transportistas urbanos. Que subió la gasolina, el diésel  y otros productos y que la tarifa de siete pesos ya les resulta inviable, por tanto, así como están las cosas, “ya no es redituable ese negocio” y por eso ameritan el aumento de la tarifa.

Todo esto lo podemos entender, pero ellos olvidan que lo que operan es la concesión de un servicio público, la cual es otorgada bajo ciertos requisitos y bajo ciertas condiciones en la prestación de dicho servicio.

El colmo fue escuchar decir al líder de los transportistas, Enrique Galván, que tienen derecho a exigir el aumento de la tarifa, pues el servicio que prestan “es bueno y eficiente” …………

Sí, amable lector, así nos quedamos todos. Y nos preguntamos si el Sr. Galván de vez en cuando se sube de incógnito a algún camión de las rutas que representa; nos preguntamos si se ha hecho pasar por una persona de la tercera edad o con discapacidad; si se hace acompañar de algún colaborador que se haga pasar por estudiante e intenta pagar con un bienevale o un transvale. Si ha intentado sentarse en las sillas quebradas, si ha inspeccionado la higiene de la unidad y del propio chofer; pero deje usted de eso, nos preguntamos si ha verificado la manera en la que conducen la unidad y cómo tratan a los pasajeros.

Pero el acabose fue leer su amarga queja de que en estos días de paro, su gremio perdió 28 millones de pesos. Pues, ¡¿No que ya no es negocio operar la concesión?! ¿Quién no quisiera un negocio que le reportara 700 mil pesos en 4 días?

¿Él se queja de sus pérdidas? Qué dicen los miles de ciudadanos afectados con su paro, que llegaron tarde a trabajar o de plano no llegaron; los que llegaron y les rebajaron el sueldo por llegar tarde o a los que regresaron a sus casas por el mismo motivo. Qué dicen los cientos de pasajeros que tuvieron que buscar opciones de transporte más caras (taxis o carros de alquiler de las plataformas digitales) y desembolsar en lugar de siete o 14 pesos, 35, 70 o 90 pesos (por viaje) para llegar a su lugar de trabajo o a la escuela.

¿El Sr. Galván quiere que hablemos de millones de pérdidas? ¿De verdad el Sr. Galván quiere que hablemos de un servicio público prestado de manera eficiente y en buenas condiciones? De verdad que el Sr. Galván sufrió un ataque masivo del Efecto Akrasia.

Las condiciones para acceder a un aumento de tarifa están dadas, por Ley. ¿Quiere sus 10 pesos? Deben migrar al esquema Ruta-Empresa, debe acreditar calidad y eficiencia en el servicio (tiempo, trato, limpieza). Ahora esperamos que el gobierno estatal no se deje vencer también por el Efecto Akrasia y haga lo que está obligado a hacer: meter en cintura al pulpo camionero y empezar a retirar concesiones a quien no quiera prestar el servicio como está obligado a hacerlo. Se ha dicho en diversos espacios, ¿No resulta redituable como negocio? Está muy fácil, regresen la concesión y dedíquense a otra cosa. No olviden avisarme a qué nuevo negocio que les reporte 700 mil pesos se van a dedicar, digo, para saber dónde hay que invertir…

Secretaria Estatal de Comunicación PAN Jalisco

@RoMorganF

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