Ícaro hidalguense

CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla

3.3 Millones de pesos en efectivo, uno detrás de otro, fueron encontrados en una camioneta de reciente modelo cuyos poseedores se identificaron como agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana dela CDMX.

Ni el dinero ni la camioneta, con placas de Hidalgo, se pueden justificar en la posesión de los ahora detenidos, quienes refieren el dinero es propiedad del senador priista Miguel Ángel Osorio Chong, que a su vez, se ha encargado de negarlo.

No las trae todas consigo el ex secretario de gobernación de Peña Nieto, a esto hay que sumarle las recientes acusaciones que le hizo el ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte desde la cárcel donde lo señala de que su detención es parte de un acuerdo político.

Hay que recordar que el exlíder las autodefensas de Michoacán, José Manuel Mireles, también acusó a Osorio de haberle dado dinero para comprar armas y posteriormente detenerlo por su posesión.

Y los señalamientos no terminan para el senador, en su haber figuran investigaciones sobre presuntos nexos con el narco por parte de la revista Proceso, acusaciones de haber recibido sobornos del abogado de Joaquín ’El Chapo Guzmán’.

La cadena de huachicoleo que lleva a su nombre por parte del exjefe de seguridad prófugo León Trauwitz, Ayoztinapa, Nochixtlán, el software Pegasus que se contrató a sobreprecio por parte de sus subalternos, los gastos sin justificar en auditorías que colocan a la dependencia que encabezó en segundo lugar nacional, Odebrecht, la guardería ABC, los desvíos de Radio y Televisión de Hidalgo, más lo que se acumule en el sexenio.

Aunque quizás la más contundente, con la que Osorio Chong se sienta más nervioso y que pudiera ser el origen de los 3.3 millones de pesos que se le adjudican, es el de la “Estafa Maestra”, y donde el senador se cansó de defender la inocencia de la presunta autora intelectual, por más de dos mil millones de pesos desviados del programa “Cruzada contra el Hambre”, de la pasada administración federal, hoy indiciada, Rosario Robles Berlanga a quien hoy la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) bloqueó sus cuentas así como de quien fuera su oficial mayor en ambas dependencias, Emilio Zebadúa.

Todo apunta a que la 4T tiene un pez gordo en la red. Una bocanada de aire para el gobierno de AMLO y una señal de que el combate a la corrupción va en serio.

A esperar pues, la caída de uno de los políticos más prominentes del tricolor y de no ser así a una simulación, de las que cada inicio de sexenio se acostumbra.

Politólogo, Profesor Universitario y miembro del Claustro Académico del ITEI

@aagsevilla

Deja una respuesta

Tu email nunca se publicará.