El día después de la elección para el PAN

iñiguez

TRIBUNA/César Ruvalcaba

Luego del proceso electoral, quedan algunas reflexiones por hacer, algunas conclusiones y la ruta que se debe trazar.

Hoy, podemos decir que fue una mala apuesta construir la alianza, no por los partidos, no por los integrantes, sino por la forma en la que se tejió y se formalizó.

Una alianza exitosa se crea de manera horizontal, atendiendo como prioridad a las bases y las localidades; el imponer una alianza desde el centro, desdeñando los enconos y antagonismos regionales dio por resultado una coalición en el papel, pero sin efectos electorales.

Esta circunstancia se agravó por la lucha y el enfrentamiento crudo de una elección electoral donde el régimen estaba acorralado y en la víspera de perder todo, qué género y provocó un acuerdo de facto con el puntero, porque el segundo lugar, Anaya, le representaba una real amenaza.

Así fue como el régimen priísta, utilizó impunemente el aparato gubernamental para causar un daño electoral a Anaya, que fue minando la posibilidad de crecimiento y que contribuyó a que el puntero nunca perdiera su ventaja que se consolidó el día de la elección.

Ahora, el PAN, se convierte en una presa, que los grupos de poder al interior, comienzan a pretender; y aquí vale la pena que los panistas reflexionen el rumbo que desean construir para el partido con el registro más antiguo de México.

En ánimo de revancha se alcanza a percibir en el ambiente; habrá grupos y líderes que se fueron, que desde su posición externa procurarán organizar a sus seguidores que se quedan dentro para coptar y recuperar los espacios perdidos.

Por eso vemos, con mayor algidez, al grupo de Calderón y otros panistas que emigraron a Morena, intensificar sus críticas para cobrar la factura al grupo del CEN aún dominante y arrebatar el control del partido para sí.

En próximas semanas debemos ver con toda claridad y objetividad los antecedentes de los críticos y voceros, los grupos políticos a los que pertenecen y sus verdaderas intenciones.

No será difícil distinguirlos, y ahí los panistas habrán de decidir.

Se necesita darle un nuevo rumbo al partido, regresarle la identidad, su ejercicio democrático característico, y devolverle una agenda programática cercana a la gente y sus necesidades.

Aquí, la gran cuestión es, ¿a quiénes les daremos esa oportunidad?

¿A los que seguían aventuras electoreras fuera del PAN, que apoyaban candidatos de otros partidos, concretamente de Morena y del PRI o a quiénes a pesar de las circunstancias, aportaron lo que podían en la medida de sus posibilidades y cumplían cabalmente con sus obligaciones estatutarias apoyando al PAN y a sus candidatos?

Esa será la gran disyuntiva ante los escenarios que están por venir.

Asesor del PAN en el Congreso de Jalisco

@CesarIniguezG

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