Retrato de familia

CAVILANDO ANDO/ Alfonso García Sevilla 

Polémicos resultan los mensajes de despedida de las redes sociales que publicó Aristóteles Núñez, ex director del Sistema de Administración Tributaria (SAT) durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, y que a manera de “despedida” estableció una serie de “Tuitazos” reflexivos acerca de la sociedad mexicana, la cual tiene un promedio de escolaridad de tercero de secundaria, lo que es un caldo de cultivo fértil para el desarrollo de fanatismos de todas las índoles, ante la falta de capacidad de análisis y el poco hábito del estudio y la lectura.

El mexicano es incapaz de argumentar con datos, estudios o cifras y es campeón mundial de creer en falacias, mentiras y todo aquello que sus “líderes” pregonen.

Por ello no es fortuita la proliferación de sectas y religiones ni de caudillos en los cuales crea cambiarán su futuro para bien, de manera rápida.

Reproduzco algunos de los 17 mensajes que, desde mi óptica, retratan muy bien al promedio del mexicano actual.

“Echarle la culpa al señor Andrés Manuel López Obrador de lo que actualmente sucede es injusto y limitado. Debo reconocer que Andrés es consecuencia no causa»

“En el modelo democrático que nos rige, el voto del ignorante, del flojo o del subvencionado vale lo mismo que del empresario o intelectual más exitoso del país. Por tanto si la sociedad es ignorante, ganará la ignorancia, si la sociedad es apática, ganará el impulsivo.”

“En tanto no hagamos un acto de conciencia como sociedad, será muy difícil conseguir el bienestar duradero, fundado en el crecimiento de los individuos.Donde con libertad cada uno emplee sus capacidades y en estas se finque el éxito propio, innovando, descubriendo, no copiando.”

«El mexicano se ha formado por generaciones en una cultura aspiracional y al mismo tiempo envuelto en la cultura del fracaso. Sí, duele, pero es la verdad».

«La aspiración de salir adelante está fundada en el pensamiento mágico, en el evento fortuito o en la suerte: sacarse la lotería, recibir una herencia, encontrar el tesoro, robar sin ser descubierto o que alguien superior se lo dé».

«Se mueven por la envidia no por la superación, ansían el éxito del otro sin asumir el esfuerzo propio».

«Muchos mexicanos no están preparados para el éxito, hasta cierto punto le temen, navegan en el conformismo y la inercia de su habilidad… Con una mayoría social así resulta fácil que venga un falso profeta, redentor, líder demagogo o mesiánico a gobernar un país».

No es entonces extraño el encontrarnos con un presidente, que a pesar de los desatinos de los primeros 60 días de gobierno, goce con una altísima popularidad, sin que la gente repare en que tan solo es un producto mercadológico bien estudiado y realizado, y no toman en cuenta que él y su gabinete son hechuras y han sido parte del viejo sistema al que hoy le achacan el deterioro del país.

Politólogo, Profesor universitario y miembro del Claustro Académico del ITEI

@aagsevilla

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