Son las últimas horas de la familia Obama en la Casa Blanca. El jueves será su último día en el 1600 de la Avenida Pennsylvania de Washington DC después de ocho años, porque el viernes se mudará allí Donald Trump.
Este lunes, comenzaron a verse los movimientos de una mudanza en el nuevo domicilio familiar, en el residencial barrio de Kalorama, a menos de tres kilómetros de la Casa Blanca. Un camión retiró las piezas de arte que tenía la mansión (propiedad del ex jefe de comunicaciones de la Casa Blanca durante la presidencia de Bill Clinton, Joe Lockhart) para ingresar otras del gusto de los nuevos inquilinos.
Se trata de una residencia de nueve habitaciones y ocho baños, construida en 1928 y valuada en algo más de USD 5 millones. Aunque los detalles del alquiler no se hicieron públicos, las inmobiliarias estiman que los Obama pagarán unos 22.000 dólares mensuales por rentar el inmueble de 762 metros cuadrados cubiertos, a los que se agregan un hermoso parque con piscina. El Presidente saliente ya mandó a construir un muro de ladrillos para que la visión desde la calle no sea absolutamente abierta.
Barack Obama será el primer ex presidente en quedarse a vivir en la capital de Estados Unidos desde 1921. La decisión familiar fue permanecer en Washington hasta que Sasha, la menor de la familia, termine su escuela secundaria.
Sin embargo, los Obama no se irán directamente a su nueva casa. Para escapar del clima gélido de Washington, el viernes, tras la ceremonia de asunción de Donald Trump en el Capitolio, un helicóptero trasladará a los Obama hasta la base Andrews de la Fuerza Aérea y de allí un avión oficial los llevará a California. El ya ex Presidente pasará unos días de vacaciones en Palm Springs junto a su familia. Después deberán pagarse su pasaje de regreso en línea comercial a Washington para comenzar su nueva vida. No hay noticias de que Obama vaya a presentarse a trabajar en el negocio en el que bromeó muchas veces que le gustaría tener y que lo espera en Hawaii.
