ESCAMOCHA
Pepe Díaz Betancourt
Qué bueno que el caso de Laura una mujer encarcelada en venganza por haber denunciado por acoso sexual a un superior de la empresa donde trabajaba se encuentra ya en manos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
El asunto ya había sido escasamente aquilatado por el Centro de Justicia para las Mujeres y por la Fiscalía del Estado quienes pusieron en alerta al acosador que tuvo tiempo de elaborar una argucia para encarcelar a Laura y se encuentra detenida desde el 18 de septiembre pasado.
Y es que, aunque la Comisión Estatal de los Derechos Humanos se encuentra alertada del tema, apenas realiza una investigación y no se ha pronunciado en el caso de ninguna forma confirmando así las sospechas de grupos independientes de defensores de los derechos humanos que tienen sobre el desempeño de la Comisión en los últimos meses.
Acusan las organizaciones al entreguismo de la Comisión en diversos temas lo que la convierte en cómplice de violación de los derechos fundamentales como la tibieza en el caso de Laura quien trabajaba en la operadora de servicios Mega, de Guillermo Romo, empresario que ganó el contrato de 3 mil 634 millones de pesos por el arrendamiento de maquinaria pesada a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) en un periodo de seis años.
PILÓN
No sorprende del todo la reciente investigación de un diario local sobre los numerosos elevadores arruinados del Peribus, porque también escaleras eléctricas y ascensores de las líneas del Siteur se encuentran igual.
