DIVISADERO
Eduardo González Velázquez
Solo era cuestión de tiempo para que el presidente de Rusia, Vladimir Putin cumpliera sus dichos e invadiera Ucrania. Sobre esas acciones no podemos llamarnos a sorpresa. Estaba cantado, solo lo cumplió.
Estados Unidos y Europa se quedaron como mirones de palo mientras el mandatario de Ucrania, Volodímir Zelensky, lanzaba llamados de auxilio.
Como en todo conflicto bélico, independientemente de su intensidad y duración, el escenario cambia al paso de los días.
Las claves para entenderlo se mueven como las tropas en el campo de batalla. Van algunas primeras pistas para comprender el conflicto en Ucrania que amenaza con convertirse en la mayor crisis bélica en el viejo continente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, sin que esto signifique, al menos hasta el momento, un posible enfrentamiento directo entre los ejércitos ruso y estadunidense.
1.- La condición que ponía Moscú para detener la invasión a Ucrania era que la OTAN les diera garantías “por escrito” de que no incluirían a la exrepública soviética en la alianza atlántica. Eso no sucedió y el Kremlin cumplió sus amenazas. Vladimir Putin ordenó la invasión a Ucrania para ocupar los territorios de las repúblicas separatistas de Luhansk y Donetsk con amplia población pro rusa.
2.- En ese escenario, el mandatario ruso tiene la sartén por el mango: sigue exigiendo garantías de no incorporación de Ucrania a la OTAN, pero ahora con sus tropas en Luhansk y Donetsk, y la amenaza constante de avanzar en territorio ucraniano. No olvidemos que Rusia ha tenido presencia dentro de Ucrania desde 2014, cuando la invadió por primera vez.
3.- Además del conflicto con la OTAN, Putin justificó la invasión para defender a los ciudadanos que en los últimos ocho años han sufrido el “genocidio” perpetrado por el régimen de Kiev.
4.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden hace varios días mandó la señal que Moscú estaba esperando, no intervendría militarmente en el conflicto. La estrategia serían las sanciones económicas. Incluso advirtió que no enviará tropas para evacuar a los estadunidenses atrapados en Ucrania.
En su decisión pesa la política interna de la Unión Americana. Las encuestas indican que los estadunidenses no respaldarían una aventura bélica en Ucrania; de cara a las elecciones de medio término todo indica que los demócratas perderán su cita en las urnas; los republicanos han manifestado su apoyo para que la Casa Blanca no mande tropas a Ucrania, lo cual ha movido en esa dirección a los demócratas.
Si Biden no escucha esas voces puede empantanar su gobierno en el mismo comienza de su segundo año en la oficina Oval.
5.- Es evidente que Estados Unidos no tiene razones para mandar tropas a Ucrania: no tiene responsabilidades de tratados con aquel país, tampoco cuenta con bases militares y no existe un intercambio comercial significativo.
6.- Lo que probablemente podría suceder es que Washington ayude a financiar y armar a una insurgencia ucraniana para enfrentar al ejército ruso. En caso de apostar a esa estrategia, probablemente estaríamos frente al inicio de un largo conflicto militar entre las dos potencias, pero en sin un enfrentamiento directo, como lo vivimos en varios eventos durante la Guerra Fría.
La invasión rusa a Ucrania apenas ha comenzado y el desenlace no se vislumbra en el corto tiempo.
