ESCAMOCHA
Pepe Díaz Betancourt
El pasado 16 de febrero el Gobierno del Estado expresó su punto de vista sobre las condiciones de la metrópoli.
La comunicación es preocupante porque parece que se trata de dos visiones de urbe muy distintas, la que se aprecia en la cúpula, contra la que ven los ciudadanos que viven y padecen la ciudad todos los días, textualmente dice :»Después de casi 35 años de tener una ciudad destinada al fracaso, hace 8 años llegó el IMEPLAN para recuperar su rumbo y visión de un futuro alentador».
Al tiempo se fueron desgranando diversas opiniones, la mayoría adversas, porque los ciudadanos que recorren sus calles a pie y en vehículos de todo tipo viven conflictos cotidianos, entretanto, especialistas comentaron que las loas son un «ilusionismo urbano» alentado por diversos reconocimientos internacionales a «planes y proyectos» aún pendientes de ejecutar o como se dice coloquialmente «en el papel».
«La ciudad está más caótica y desigual que nunca» se lee en los posicionamientos contrarios al punto de vista oficial y esa sensación parece que la tenemos todos, a reserva de que no surja una crisis más del agua en el próximo estiaje, en estas últimas semanas se vive también un episodio difícil en materia de basura.
Basura, agua y movilidad materia prima del IMEPLAN se han convertido en un desafío para asegurar la igualdad y la eficiencia metropolitana.
PILÓN
El daño está hecho. En el diseño de la Glorieta de La Normal se impuso el capricho contra las mediciones técnicas y cruciales del punto; la ubicación y operación de semáforos, vigilancia y otras medidas no han solucionado el problema y continúa el caos.
