APUNTES/Jorge Salinas Osornio
La historia del PAN ha sido la historia de una organización a la que le ha tocado construir el futuro de México en cada momento histórico en la vida contemporánea.
Nadie le regatea al PAN su aportación para que México tuviera un destino diferente. Hoy como siempre el PAN sigue siendo clave para México y son muchos los retos que enfrenta el país, el estado y la ciudad en los cuales el PAN debe mantenerse como una opción que de certeza al futuro.
El PAN debe ser más fuerte en las convicciones, en los ideales, en la congruencia de lo que se piensa, se dice y se hace. No basta tener una estructura fuerte en su capacidad operativa, una maquinaria que todos los días visite comités municipales, sino cuenta con una sólida capacidad de argumento ante el Gobierno y ante la ciudadanía.
El PAN tiene 73 años y requiere discutir todo aquello que ha tratado de esconder y solo ha pospuesto. En política los vacíos que se generan inmediatamente se van llenando, y en muchas ocasiones no son de buena forma, ni los idóneos.
En un mes el PRI regresa a Casa Jalisco y el PAN tiene en otro de sus retos, definir cómo va ser un partido serio, responsable, vanguardista, pero un partido de Oposición. Los ciudadanos votaron para que fuéramos una legítima oposición, pero al gobierno no al propio PAN.
El ánimo de los panistas debe existir en las sesiones de Consejo Estatal, Comité Estatal ó Municipal, pero no reflejar poco ánimo como ha sucedido en recientes eventos donde el ausentismo es la nota. Antes, ser consejero o miembro de Comité era un honor, por momentos parece ser que se ha convertido en una carga o una ocurrencia corporativista.
El PAN está diseñado para ser un instrumento de ciudadanos y necesitamos a los mejores, a los más capaces, a los más genuinos. Debemos demostrar que hemos aprendido las lecciones que dan las urnas y la experiencia de ser gobierno.
