CON CHANFLE/Raúl de la Cruz
En alguna oportunidad un promotor, cuyo nombre me reservaré, me comentó que en México se gasta y se reparte bastante dinero para promocionar al personal extranjero en el futbol profesional.
“Lo que se trata es de aprovechar el malinchismo” (por la preferencia de la Malinche por un extranjero, su nombre se empleó para formar el derivado malinchismo con el significado de ‘actitud de quien muestra apego a lo extranjero con menosprecio de lo propio’).
Es decir, el mexicano le ve más virtudes que defectos a lo que viene de fuera aunque sea mediocre o malo. Basta con que hable rarito o con diferente acento.
Lo anterior viene a cuento por el desempeño del técnico del Cruz Azul y por el mentado pastor de las Chivas Matías Almeyda, quien por cierto, llegó por la puerta de atrás cuando Chivas era manejado por José Manuel de la Torre.
Observé la entrevista que le realizó Chema Garrido para Mediotiempo.com recién llegadito y qué diferencia de actitud.
El Tal Francisco Jemez tiene hundido al Cruz Azul en el décimo sitio con riesgo de la descalificación.
El tipo es un soberbio mamón que se dio el lujo de decir que la Máquina no era de los equipos grandes del futbol mexicano. No sabe de historia el estúpido.
El mentado Pelao vive con el cuento del campeonato, bastante cuestionado por cierto por demasiados “errores arbitrales” que le favorecieron. Diría César “Perrón” Contreras, “así no se vale”.
Con dos encuentros por jugarse las Chivas todavía se encuentran en las profundidades de la tabla general; mientras que ambos equipos están eliminados también de la Copa MX.
Como se podrá notar los números de los dos entrenadores son para darles sendas patadas en el trasero, pero no, al contrario son protegidos por sus directivas, prensa y aficionados.
Estoy seguro que si tales matemáticas fueran de dos entrenadores nacionales ya los hubieran echado. Como sucedió en el presente torneo donde corrieron a José Manuel de la Torre, Jaime Lozano, Francisco Palencia, Juan Antonio Luna, Rafael “Chiquis” García, Sergio Egea que si bien es extranjero es producto del futbol mexicano.
Lo antes mencionado refleja la nula tolerancia que existe para el producto mexicano y la exagerada complacencia para gente como Almeyda y Jemez.
¿O será complacencia o compromisos contraídos?, Para nadie es un secreto que muchas de las decisiones en el balompié nacional las toman los promotores, motivo por el cual, hasta “comentaristas” extranjeros abundan en la pantalla chica aunque sean soberanos ignorantes del periodismo.
Basta con que manejen la verborrea “técnica y estratégica”.
