LA REATA DEL CHARRO/ El Charro Asqueado
SINCERIDAD CALDERONISTA. Dice el todavía presidente Felipe Calderón que no se agüita por no haberle echado el guante al Chapo Guzmán, que hizo lo que pudo ¡Desde que se inventaron los pretextos!
SOSPECHOSISMO. Hay quienes aseguran que el gobierno de Calderón se empeñó en combatir a los cárteles contrarios a la organización de Guzmán Loera, esta declaración de Jelipillo parece reforzar la hipótesis.
CON BOMBO Y PLATILLO. Esta declaración llena de resignación (o conformismo) contrasta con la difusión de las fotos de los cuerpos de «El Barbas», «Nacho Coronel» y «El lazca», el abatimiento de estos capos del narco recibió una difusión sin precedentes ¡Pocos huevos pero bien cacareados!
¿DE QUE SIRVIÓ? Si todo el sexenio no fue suficiente para dar con el paradero del Chapo Guzmán ¿Entonces de que sirvió este baño de sangre? ¿Con qué cara se presenta ante las familias de los policías y militares caídos durante los operativos de combate a la delincuencia organizada? ¿Qué le dirá a los deudos de las víctimas del fuego cruzado?
ESTIGMA. Así como Salinas de Gortari cargará toda su vida con la etiqueta del fraude electoral de 1988 y Vicente Fox llevará de por vida la de «mandilón», Felipe Calderón cargará con la vergüenza de haber desatado una guerra inútil, sangrienta y sin razón.
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