Inauguran Paseo Wixárika en el corazón de la ciudad

La muestra es itinerante y se encuentra instalada a un costado del Jardín del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe; cuenta con 78 metros de longitud

Su diseño y elaboración corrió a cargo de Atilano Carrillo Domínguez, artesano wixárika originario de Mezquitic, Jalisco

La instalación comprende de siete estructuras cúbicas de 6 x 6 x 6 metros, con Ojos de Dios o Tzicuri tejidos y de diferentes colores, así como información acerca de los sitios sagrados de la cultura wixárika

Con el fin de mostrar en el corazón de la ciudad la cosmovisión, el arte y las tradiciones de los pueblos originarios, esta mañana Pablo Lemus Navarro, Presidente Municipal de Guadalajara, encabezó la inauguración del Paseo Wixárika en el Paseo Fray Antonio Alcalde, en el Centro Histórico.

Esta muestra itinerante se encuentra instalada a un costado del Jardín del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe y cuenta con 78 metros de longitud. Su diseño y elaboración corrió a cargo de Atilano Carrillo Domínguez, artesano wixárika originario de Mezquitic, Jalisco.

“Ya tenemos el Paseo Wixárika que es una muestra itinerante y esta muestra es también para rendirle tributo a nuestros pueblos originarios (…) porque se lo merecen, porque durante décadas, yo diría durante siglos, estuvimos sin hacerles un reconocimiento del gran trabajo, del amor, de toda esta gente”, afirmó el alcalde tapatío.

El Primer Edil extendió un saludo respetuoso y un agradecimiento al pueblo wixárika a través del artista Atilano Carrillo Domínguez.

“La verdad yo te quiero reconocer y pedirte que, en nombre de todas las tapatías y los tapatíos, hagas llegar a toda la comunidad wixárika nuestro respeto, nuestra solidaridad, y decirles que aquí en Guadalajara siempre los recibiremos con las puertas abiertas”, señaló.

Carrillo Domínguez cuenta con más de 20 años dedicándose a la elaboración y venta de arte wixárika y sus creaciones son hechas a mano, implementando materiales como estambre y chaquiras.

Sus obras se inspiran en la cosmovisión wixárika, incluyendo elementos como el Dios de la Lluvia, el Dios del Fuego, Dios del Viento, el Venado Azul, entre otros buscando representar un equilibrio del universo.

Francisco Ontiveros Balcázar, Director de Obras Públicas, explicó que la instalación comprende de siete estructuras cúbicas de 6 x 6 x 6 metros, elaboradas a base de un bastidor, con tablones de madera de pino, entarimado de triplay e iluminado con reflectores.

Dichas estructuras cuentan con Ojos de Dios o Tzicuri tejidos y de diferentes colores.

“Cada una de estas siete estaciones tienen un punto especial. La primera y la última son explicaciones de lo que es el Paseo (Wixárika), pero también cada una de las cinco estaciones (restantes) tiene que ver con los sitios sagrados de la cultura wixárika”, dijo.

La inversión hecha fue de alrededor de 2 millones de pesos.

“En este sentido el arte y la música creo que nos ha unido (…) Sabemos que Jalisco es la cuna de artistas y artesanos, pero mi familia se siente feliz y orgullosa que nos haya tocado colaborar para darle esta imagen al Centro Histórico», expresó Atilano Carrillo Domínguez.

“Creo que es una aportación que se vayan haciendo iniciativas con otro formato cultural, para que día con día nuestra generación, nuestros hijos, tengan esa conciencia de que hay que ir cuidando nuestra ciudad desde proyectos integrales”, añadió el artista wixárika.

El Paseo Wixárika se suma a los atractivos del Centro Histórico de la capital de Jalisco, extendiéndose más allá de la Cruz de Plazas.

Tal es el caso de la próxima inauguración del Puente Gómez Tremari y de la Plaza Luis Barragán, con lo que se sumarán espacios públicos y atractivos en la ciudad, coadyuvando para la atracción de mayor número de turistas y la recuperación económica de esta zona.

El objetivo es contar con un paseo en el corazón de la ciudad con una serie de atractivos «que conjugue todo lo que somos, nuestro pasado, presente y futuro», señaló Pablo Lemus.

Las y los wixaritari son uno de los cuatro grupos indígenas que habitan en la región conocida como el Gran Nayar, en la porción meridional de la Sierra Madre Occidental, México, y que está ubicada en ambos lados del cañón del río Chapalagana.

Su territorio tradicional se localiza en entidades como Jalisco, Nayarit, Durango y Zacatecas.

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