El botón descafeínado

PUNTO CRÍTICO/Gabriel Torres Espinoza

 

Los dos indicadores que determinan la activación del ‘Botón de Emergencia’ no son nada alentadores, sino que, antes bien, resultan preocupantes.

En especial, el relacionado con la tasa de incidencia semanal por millón de habitantes, que pasó de 364 a 396.7 casos en la última semana, cuando el límite es de 400.

Es decir, estamos a tan sólo 3.3 casos para que el botón sea activado. El día 22 de octubre se alcanzó el record histórico con casos activos con 4,343. Son estos, y no los ‘acumulados’, los que tienen capacidad de contagio. El día 23 de octubre, se rompió otro récord en la entidad: llegamos a los 900 casos nuevos por día, de acuerdo con el sistema Radar Jalisco.

Pero no se trata de contagios inocuos: en las últimas semanas el virus cobra la vida de 25 jaliscienses diariamente.

De acuerdo con el reporte del 24 de octubre de Radar Jalisco, en hospitales del ISSSTE, sólo quedan 19 ventiladores disponibles, por citar tan sólo el más crítico ejemplo de disponibilidad de camas de terapia intensiva en las instituciones sanitarias.

En algunos hospitales, las unidades de cuidados intensivos para pacientes de Covid-19 han alcanzado una ocupación que asciende al 80%.

Asimismo, parece recrudecerse la gravedad del padecimiento de enfermos de coronavirus: mientras que hace apenas un mes, sólo necesitaban hospitalización 1.8 de cada 10 casos activos, actualmente son tres de cada 10 los que requieren hospitalización.

Ahora bien, es importante señalar que las medidas de contención que se prevén serán tomadas con la activación de este ‘Botón de Emergencia’, este próximo viernes.

Grosso modo, el botón contempla: 1) una duración de tan sólo 14 días; 2) suspensión de actividades tan sólo en la noche; y 3) durante sábado y domingo, se suspenderá toda la actividad productiva y el transporte público. En efecto, las nuevas medidas de confinamiento, como ha señalado la OMS, deben ser sectorizadas y parciales, a efectos de proteger tanto la vida como la economía –privilegiando la primera–.

No obstante, esto parece ignorar los nuevos hallazgos, basados en evidencia, de la comunidad científica internacional y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades, que ha observado que los contagios dependen de lo siguiente:

I) El tiempo de exposición: aún con cubrebocas y buena ventilación, existe un nivel de ‘riesgo medio’ aunque exista buena ventilación [es decir, se debe acotar drásticamente el tiempo de visita en centros comerciales, bares y restaurantes]; II) la modalidad de la comunicación en dicha aglomeración: aunque se porte mascarilla (ojo), si muchas personas se encuentran hablando por tiempo prolongado, el nivel de riesgo va de medio a alto; el asunto, desde luego, se empeora (es alto), si se grita o canta (como en bares o karaokes).

De forma que, son cinco factores los que reducen o potencializan la probabilidad de contagio: tiempo de exposición, nivel de ventilación; uso de cubrebocas; cantidad de personas reunidas; y la actividad sonora que realizan (hablar, gritar o cantar).

Véase https://bit.ly/2HzB5TF y https://bit.ly/34sSGFH En esto se debe basar la política sanitaria propuesta con la activación del ‘Botón de Emergencia’. De no ser así, su implementación sería notoriamente insuficiente y/o ‘descafeinada’.

Director Gral. de la Operadora SURTyC de la UdeG

@Gabriel_TorresE

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