Malolandia

CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla

Durante su conferencia de prensa, conocida como “mañanera” se le cuestionó al presidente López Obrador que, durante el evento de este domingo en Tamaulipas, se rompió el cerco de seguridad, a lo que respondió “no hace falta protección especial” y le agradeció a la gente que lo cuide porque el que lucha por la justicia y no tiene nada que temer. “La gente es buena y son pocos los malos de malolandia”, sentenció el mandatario.


Sin embargo, los resultados del vigésimo octavo levantamiento de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) revelan que, durante el tercer trimestre de 2020, el porcentaje de la población que mencionó haber visto o escuchado conductas delictivas o antisociales en los alrededores de su vivienda fue: consumo de alcohol en las calles (61.3%), robos o asaltos (57.1%), vandalismo en las viviendas o negocios (45.2%), venta o consumo de drogas (39.7%), disparos frecuentes con armas (39.6%), bandas violentas o pandillerismo (29.3%), tomas irregulares de luz (diablitos) (14.9%) y robo o venta ilegal de gasolina o diésel (huachicol) (3.7%).

Asimismo, 34.3% de la población de 18 años y más tuvo de manera directa, durante el tercer trimestre de 2020, algún conflicto o enfrentamiento con familiares, vecinos, compañeros de trabajo o escuela, establecimientos o con autoridades de gobierno.

Según datos también del Inegi, el 40 por ciento de los casos de violencia en el país no corresponden al crimen organizado, lo que deja entrever que de 100 homicidios que se cometen, 40 son realizados por otras causas, primordialmente por los conflictos en la familia o entre vecinos, ante la mirada abúlica de la autoridad de todos los ámbitos de gobierno.

La justicia que pregona AMLO no llega, la sociedad cada vez se torna más violenta sin que se priorice en la prevención de conductas antisociales y en la reconstrucción del tejido social; los programas de mediación de conflictos y la presencia de la policía y la Guardia Nacional no han sido efectivas y se carece de estrategias inteligentes para lograr la armonía entre los mexicanos, amplificadas por las circunstancias adversas de la crisis del Covid19, ante la alta carga de estrés que padece una gran parte de la sociedad derivada de las medidas de confinamiento y las consecuencias lamentables de pérdida de empleo e ingresos, nos están llevando a vivir en una “Malolandia” a pesar de que el presidente insista en la falacia del pueblo bueno y sabio.

Politólogo, Profesor universitario y miembro del Claustro académico del ITEI.

@aagsevilla

 

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