¿Por qué acude Alfaro al Congreso?

PUNTO CRÍTICO/Gabriel Torres Espinoza

Cuándo el gobernador de Jalisco dejó de asistir al Congreso a rendir su Informe (1 de marzo de 2008), fue síntoma de ausencia de institucionalidad, de valores republicanos y democráticos.

Con ello se menospreció la comunicación entre Ejecutivo y Legislativo, en desaire del quehacer público, del debate político y de la rendición de cuentas entre poderes.

Rendir un informe ante el órgano legislativo surgió en Gran Bretaña y después en Estados Unidos.

En México se estableció en la Constitución de 1824, donde se dispuso que el Presidente asistiría a ofrecer un informe ante Congreso General y que sería contestado por el presidente del Congreso.

Venustiano Carranza definió el primero de septiembre como el día en que se reunirían en el Congreso para presentar el Informe.

En 2008 se reformó la Constitución y se suprimió la obligación del presidente de asistir al Congreso.

El Gobernador Enrique Alfaro decidió nuevamente acudir ante el Congreso a presentar su Informe.

Inteligente decisión, ya que el Informe debe presentarse de cara a los representantes democráticamente electos por los ciudadanos (no los autonombrados).

Esos son, en primer lugar, los legal y legítimos interlocutores (que no los únicos) de la sociedad civil, que mediante el sufragio, fueron formalmente votados por la ciudadana en elecciones abiertas.

Un gobierno que se precie de ser democrático y de rendir cuentas, no debe rehuir al deber republicano de referirse y escuchar de frente a los legisladores democráticamente electos por los ciudadanos, al rendir su ‘Informe’.

Así ocurre en las democracias. En España se celebra, a propósito del Informe, todo un debate entre fuerzas políticas de la nación representadas en el Parlamento, el 24 de febrero de cada año.

En Estados Unidos el Presidente ofrece un discurso anual “sobre el Estado de la Unión” el último martes del mes de enero. Esta tradición se remonta a 1790, fecha en que el Presidente George Washington ofreció su ‘Mensaje anual’ ante el Congreso, reunido en la Ciudad de Nueva York, otrora capital provisional de Estados Unidos.

En Francia, el Primer Ministro discute su ‘programa de gobierno’ ante la Asamblea Nacional legislativa.

En Alemania, la figura del Canciller rinde cuentas ante el Parlamento de su ‘Programa de Gobierno’, y es discutido en tribuna por los diputados.

En Brasil, el Presidente de la República debe rendir anualmente un Informe al Congreso Nacional, dentro de los 60 días a partir de la apertura de la sesión legislativa.

En Colombia, el Presidente de la República debe presentar el Informe, al iniciarse cada legislatura. En Uruguay, el Presidente informa al Poder Legislativo sobre el “estado de la República”.

Que el gobernador acuda ante el Congreso a rendir su Informe, resulta una oportunidad para cultivar una relación diferente entre poderes, ámbitos de gobierno y con los medios de comunicación.

Para instalar un diálogo continuo que provoque mejores acuerdos para Jalisco. También, una coyuntura para elevar el discurso autocrítico, el nivel debate político y para instituir una necesaria tarea de análisis digna del Informe por parte de legisladores, y de organizaciones de la sociedad civil.

Director de la Operadora SURTyC de la U de G

@Gabriel_TorresE

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