TRIBUNA/César Iñiguez
El partido político con mayoría en el gobierno se adapta a las circunstancias y pronto comienza a cabildear, todo parecería normal, si no es que a quién pretende convencer al margen de la ley son a los órganos jurisdiccionales y a los organismos autónomos.
Los órganos jurisdiccionales, particularmente los magistrados deben ser propuestos y designados por el congreso federal, para evitar en lo posible, la intromisión de los otros poderes de la Unión en su funcionamiento y resoluciones.
Además, los órganos autónomos son entes que deben funcionar sin contaminación de alguno de los poderes; que aunque es difícil, se hace el intento como lo establece la ley, de que el Congreso de la Unión los nombre.
El régimen priísta era muy dado a ir a presionar magistrados o consejeros del INE para sus propios intereses, algo mezquino y muy criticado.
A pocos días de la elección sorprende que quien esté haciendo lo mismo es Morena; para echar a bajo la multa de más de 170 millones de pesos que le impuso el INE por el manejo ilegal y fraudulento del fideicomiso que creó supuestamente para apoyar a las víctimas del sismo del año pasado; pero todavía peor, buscar la forma de brincar y torcer la ley para mantenerle el registro al partido satélite de Morena, el PES.
Porfirio Muñoz Ledo, este personaje ex priísta, ex perredista y que hoy le sirve a Morena, fue a entrevistarse con los Magistrados del Tribunal Electoral para pedirle reconsiderar su posición en ambos temas.
Con su presión, Morena logró que el INE dijera que “no hay elementos” para poder determinar que el recurso del fideicomiso fallido fuera usado con tintes electorales; pero lo que sí, es que constituyó un
instrumento financiero para hacerse de recurso privado para fines que son irrastreables por tratarse de dinero aplicado en efectivo; como pudieron haberlo entregado a los familiarizados, como pudieron habérselos dado a un operador de Morena para uso electoral, es algo que no se puede saber.
El caso que más llama la atención es el cabildeo para lograr que el PES, ese partido satélite que le sirvió a Morena, mantenga su registro en la mesa, algo que no consiguió con los votos, ni con la voluntad de la gente.
El PES se quedó en el 2.7 por ciento, a más de 110 mil votos para llegar al tres por ciento requerido para mantener el registro; lo que intenta AMLO y Morena para salvar el pellejo de su aliado es pedir extrañamente, que se invaliden los votos del Bronco, para que de esa manera pueda subir el porcentaje, que de cualquier forma sería insuficiente porque al eliminar los cerca de tres millones de votos del neolenés incrementaría un poco el porcentaje y a penas llegaría al 2.9 por ciento.
Pronto se acabó ese discurso de la honestidad valiente, cuando se pisan los intereses económicos de la sociedad MORENA-PES-PT, porque salen los cabilderos a pedir ejecutar acciones que no se encuentran en la ley.
