Entre encuestas te veas

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PESIMISMO ILUSTRADO/Jorge Rocha

A propósito del sondeo y de la encuesta presidencial que hace unos días presentó grupo Reforma es sus distintos diarios locales, se suscitó un fuerte debate en la opinión pública y en las redes sociales, sobre la legitimidad y el valor de las encuestas electorales como fuentes de información útil para los electores.

Sólo para recordar, en el sondeo del voto universitario que publicó Grupo Reforma, Ricardo Anaya aparecía como el candidato mejor posicionado con 45% de las preferencias, luego Andrés Manuel López Obrador con 21%, José Antonio Meade con 16% y Margarita Zavala con 10%. Este ejercicio fue criticado fuertemente por su falta de validez estadística e incluso se generó un movimiento masivo en redes sociales descalificando el sondeo.

Al día siguiente el mismo diario, publicó una encuesta mostrando una realidad muy distinta, ya que colocó a López Obrador como puntero en la contienda presidencial con el 48% de las preferencias electorales, luego está Ricardo Anaya con 26%, enseguida José Antonio Meade con 18%, Margarita Zavala con 5% y Jaime Rodríguez “El Bronco” con 3% de la intención de voto.

Si comparamos los resultados que ya dieron a conocer varias empresas encuestadoras como Parametría, Grupo Reforma y Consulta Mitosfky sobre las preferencias electorales a la presidencia de la República, hay tres tendencias que aparecen en los tres ejercicios:

  1. Andrés Manuel López Obrador es el puntero en las encuestas y tuvo un crecimiento en las preferencias electorales de las últimas encuestas a la fecha, es decir, ensanchó la distancia con sus adversarios.
  2. Ricardo Anaya está colocando en segundo lugar en las preferencias electorales, pero el último mes experimentó un breve decrecimiento en su desempeño electoral.
  3. José Antonio Meade se ubica en un claro tercer lugar de las preferencias y del mes pasado al día de hoy, experimentó un estancamiento en su desempeño electoral.

En síntesis, de acuerdo a estas encuestadoras, López Obrador creció, Anaya bajó y Meade se estancó. Habrá que ver qué tanto afectarán estas tendencias el primer debate presidencial, que, en mi particular opinión, ninguno de los cinco candidatos ganó.

Ahora bien, en este mundo de información es necesario clarificar las distinciones entre un sondeo y una encuesta. El primero es un ejercicio que no cuenta con rigor estadístico y por lo tanto sus resultados no son generalizables para la población que analiza. Por otro lado, las encuestas sí tienen una metodología estadística que permite generalizar sus resultados para el momento en que se levanta el ejercicio y donde siempre hay un margen de error, es decir, es una foto de un momento específico que puede cambiar si se presenta algún proceso social que lo modifique.

Un error muy común, donde a veces hay intencionalidades políticas, es tratar de usar los resultados de un sondeo como los resultados de una encuesta, es decir, tratar de generalizar datos que técnicamente no son generalizables y por lo tanto inducir a una imagen de la realidad distorsionada.

Profesor investigador del ITESO

@JorgeRochaQ

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