El Senado apuesta por la despenalización de la siembra, cultivo y cosecha de la mariguana en territorio nacional, cuando se utilice con fines medicinales y científicos, para que México tenga su propia industria controlada de esta sustancia, cuya máxima autoridad será la Secretaría de Salud, esto es sin dejar de criminalizar el consumo recreativo.
La Comisión de Salud del Senado ya distribuyó el proyecto de dictamen para aprobar la mariguana medicinal, el cual incluye la disposición de que no podrá procederse penalmente contra los productores que cuenten con la autorización oficial para abastecer de materia prima a la industria farmacéutica y a los centros de desarrollo científico.
Dispone que a partir de la entrada en vigor de esta reforma, la Secretaría de Salud reforzará los programas y acciones contra la farmacodependencia, “con énfasis en la prevención del consumo de cannabis sativa, índica y americana o mariguana y sus derivados, por parte de niñas, niños y adolescentes, así como el tratamiento de las personas con adicción a dichos narcóticos”.
Ordena que “el Consejo de Salubridad General, a partir de los resultados de la investigación nacional, deberá conocer el valor terapéutico o medicinal que lleve a la producción de los fármacos que se deriven del cannabis sativa, índice y americana o mariguana y sus derivados, para garantizar la salud de los pacientes”. De igual forma, incluye la Nabilona y el Tetrahidrocannabinol en el listado oficial de la Ley General de Salud de las sustancias sicotrópicas que sí tienen un valor terapéutico, con lo cual el Senado avala que esas sustancias sí mejoran la calidad de vida de los mexicanos que tienen algunos padecimientos crónicos.
El proyecto de dictamen, que se prevé sea aprobado la tarde de este martes, dice también que “la Secretaría de Salud deberá diseñar y ejecutar políticas públicas que regulen el uso medicinal de los derivados farmacológicos de la cannabis sativa, índica y americana o mariguana, entre los que se encuentra el tetrahidrocannabinol, sus isómeros y variantes estereoquímicas, así como normar la investigación y producción nacional de los mismos”.
