Rafael José Bejarano Rangel es el nombre de uno de los al menos, ocho turistas mexicanos fallecidos tras ser atacados por el Ejército egipcio mientras hacían un recorrido en el desierto.
En entrevista a Notisistema, la hermana del fallecido, Gabriela, confirmó la información y agregó que su madre, que también era parte del tour, se encuentra grave y hospitalizada sin tener mayor información.
De acuerdo a datos del ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Sameh Shukry explicó que el grupo de viajeros se hallaba en una zona donde se estaba llevando a cabo «una operación antiterrorista».
«Un equipo conjunto de la policía y el Ejército estaba persiguiendo a elementos terroristas en la área desértica de Al-Wahat y ha abierto fuego por error contra cuatro vehículos todoterreno con turistas mexicanos que se encontraban en una área restringida», rezaba el comunicado del Ministerio del Interior egipcio hecho público de madrugada. «No debían estar allí, no tenían los permisos necesarios», ha insistido Rasha Azazi, portavoz del ministerio de Turismo.
Tal información fue desmentida por los organizadores y aseguraron que contaban con un permiso de la policía turística y el grupo tenía un agente de la policía turística acompañándolos, por lo que no era necesaria una autorización militar para estacionarse en la zona donde tuvo lugar el asalto.
Uno de los chóferes del convoy dijo que habían sido atacados desde el aire por un helicóptero Apache, así como también por tropas de tierra. El lugar de la tragedia se sitúa a unos 350 kilómetros al sur de El Cairo.
En un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la canciller, Claudia Ruíz solo confirma el fallecimiento de dos connacionales sin citar los nombres y que el Embajador en ese país, Jorge Álvarez Fuentes ya se encontraba en el Hospital Dar-El- Fouad atendiendo a los heridos.
Por su parte el presidente, Enrique Peña Nieto en su cuenta de twitter condenó los ataques y exigió al gobierno Egipcio una exhaustiva investigación y explicación de los hechos.
