Por Eugenia Barajas
Como le adelantamos en La Méndiga Política, habrá golpe de timón en el equipo del candidato panista al gobierno estatal, Fernando Guzmán; reemplazan a su coordinador general, Jorge Sánchez y entra al relevo el diputado, Héctor Álvarez Contreras.
El cambio, aunque no se quiere aceptar, se puede interpretar como la separación o divorcio con el mandatario estatal, Emilio González, ya que el candidato favorito del gobernador era Alfonso Petersen en la elección interna y hoy se menciona que es Enrique Alfaro de Movimiento Ciudadano.
La campaña de Ferguz no ha logrado levantar las expectativas esperadas, las encuestas lo colocan entre la segunda y tercera posición, lo que ha prendido los focos rojos entre la comunidad albiazul, que ya sienten la pesada loza de la derrota en la gubernatura.
Los errores de los estrategas de Guzmán han dejado el camino libre para que uno de sus más acérrimos enemigos, Herbert Taylor Arthur se dedique a llenar de piedritas el camino y de llevar el resultado de los sondeos electorales donde va en declilve el panista a los ojos y oidos del CEN, con su líder nacional, Gustavo Madero.
Incluso las versiones que salieron de Casa Jalisco, donde se mencionaba de la posible sustitución de Fernando, por otro candidato que sí diera pelea, se le atribuyen a Herbert, al igual las que afirman que declinaría a favor de Enrique Alfaro, candidato de Movimiento Ciudadano en una alianza de facto para evitar que llegue el PRI al gobierno.
Las versiones y desmentirlas ha mantenido más ocupado al equipo de campaña de Guzmán, que han descuidado un buen porcentaje de la campaña.
La separación dejó de ser un mito cuando se presentó Fernando en el debate de la Univa y le preguntaron cuál sería la diferencia entre su gobierno y el de Emilio González, momento que aprovechó para pintar su raya, desmarcarse, manifestar que las cosas no están bien y afirmó a la concurrencia, «en todo, será diferente en todo».
Ya no había duda.
A eso se sumó que el miércoles se supo de la visita del líder nacional, Gustavo Madero, amigo de Herbert
El otro movimiento, el último, fue remover de la coordinación general de la campaña a Jorge Sánchez, una de las manos derechas del gobernador, que incluso renunció al Iprovipe para dedicarse a la campaña de Guzmán.
Las malas decisiones lo han llevado al filo del despeñadero, la guerra sucia implementada con la «campaña de contraste» que descalifica al adversario tricolor, Aristóteles Sandoval no funcionó y se optó por atacar por el flanco de los funcionarios del ayuntamiento que tienen antecedentes penales.
Eso ya le valió a Guzmán una denuncia penal, una queja en el Iepc y que el Instituto de Transparencia revise sí los documentos de las fichas signaléticas que mostró a los medios son documentos privados y de materia reservada por la Procuraduría estatal, de modo de catalogarse como delito con las reformas a la ley de transparencia.
Los riesgos no fueron medidos y con la separación de los emilistas, no se le augura un futuro de triunfo al ex Secretario General de Gobierno.
