DIVISADERO
Eduardo González Velázquez
Esta semana la Casa Blanca anunció que el próximo 23 de mayo concluirá la vigencia del Título 42, por lo que las personas migrantes ya no serían expulsadas en forma expedita en la misma frontera sur de Estados Unidos sin darles derecho a solicitar asilo.
El Título 42 es un estatuto de salud pública y bienestar promulgado en 1944 que otorgó al cirujano general de Estados Unidos la autoridad, luego transferida a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), para determinar si una enfermedad contagiosa en un país extranjero representa un grave peligro de propagación en Estados Unidos, ya sea por personas o bienes que ingresan al país.
En marzo de 2020, en medio del incremento de casos y muertes por covid19, el gobierno de Donald Trump presentó una interpretación a modo del Título 42: los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) podrían expulsar de inmediato a cualquier persona que ingresara a la Unión Americana sin autorización para evitar la propagación del coronavirus.
Con la puesta en marcha del Título 42, 1.7 millones de migrantes fueron deportados en el año fiscal 2021. Por ello, Joe Biden prometió cancelar esa política una vez que despachara en la Oficina Oval. El camino legal para llevar a cabo esa determinación no ha sido sencillo. Por ello, se comenzó con la eliminación gradual de esa política atendiendo primero a las familias y posteriormente a los adultos en su conjunto.
En caso de que la administración Biden cumpla su promesa de suspender el Título 42, veremos de manera inmediata un cambio en el escenario migratorio. Incluso esta misma semana comenzaron a llegar las noticias desde Tapachula, Chiapas que frente a esta posibilidad ya se está organizando una caravana para que salga el 1 de abril rumbo al país de las barras y las estrellas.
Esta situación generará mayor presión al gobierno mexicano para ceder tarjetas de visitante por razones humanitarias que permitan el libre tránsito de las personas migrantes centroamericanas rumbo a nuestra frontera norte.
Además, sin la vigencia del Título 42, México no tiene que seguir deteniendo a los centroamericanos en el sur de nuestro país, pues ya no existiría un impedimento legal para que solicitaran asilo en Estados Unidos, una vez arribando a ese país. Por otro lado, ayudará a reducir la presencia de migrantes en las ciudades de la frontera norte de México. Si bien, el Título 42 es diferente al programa
“Quédate en México”, las dos disposiciones estadunidenses han generado que más de 70 mil personas migrantes permanezcan varadas en nuestras ciudades fronterizas sobreviviendo en campamentos improvisados en medio de una urgencia permanente por salir adelante.
