Haitianos: la necesidad de huir

DIVISADERO

Eduardo González Velázquez

 

En tanto las personas no tengan el derecho a no migrar, la obligatoriedad para huir de sus comunidades seguirá siendo una constante.

Sin importar (o tal vez sí les importa, pero no tienen opción) que les vaya la vida en el intento por encontrar un lugar donde vivir, mujeres, hombres, niñas, niños y adolescentes haitianos siguen saliendo de la pequeña isla caribeña en busca de un refugio en alguna nación latinoamericana, ya no solo en Estados Unidos. Su desesperanza es total.

En una reciente encuesta realizada por el Observatorio Ciudadano para la Institucionalización de la Democracia, se muestra que 82.4 por ciento de los haitianos quiere migrar.

La cifra es demoledora y es reflejo indiscutible del alto nivel de pobreza y vulnerabilidad en el que sobrevive la población entera de la isla.

Además, en una comunidad donde 8 de cada 10 personas quiere escapar no hay posibilidades de construir y fortalecer el tejido social y las instituciones que le den viabilidad a la sociedad y al gobierno. Ello genera un peligroso círculo vicioso.

Las personas más preparadas académicamente y en edad productiva son las que muestran más deseo de migrar, nos referimos a jóvenes de entre 18 y 24 años con un nivel medio de instrucción, por encima de los que apenas concluyeron la instrucción primaria.

Las razones para migrar se presentan en todos los escenarios, a saber: las difíciles condiciones de vida que muestran que 4.3 millones de personas sufren inseguridad alimentaria, la inseguridad y la violencia callejera, la precaria economía, la inestabilidad política, la disminución del poder de compra de la población, y la incertidumbre sobre el futuro de la nación.

La desesperación por abandonar el país y las férreas disposiciones de seguridad acompañadas de las deportaciones en República Dominicana y Estados Unidos, ha llevado a las personas migrantes a buscar otros sitios para arribar, lo mismo a Puerto Rico que a Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México. Entre septiembre y diciembre de 2021, 15 mil 493 migrantes haitianos fueron repatriados desde Estados Unidos y otros países del Caribe, según datos de la Organización Mundial para las Migraciones (OIM).

Por otro lado, el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) señala que en 2021 más de 19 mil niños haitianos, muchos de ellos no acompañados, se vieron obligados a migrar.

La manera de realizar la travesía arranca con el uso de barcos de fabricación casera, y ya en el continente comienzan la travesía en pequeños grupos y caravanas.

El arribo y el establecimiento en las naciones receptoras es cada vez más difícil, no solamente por el histórico rechazo de las poblaciones locales a los grupos de migrantes, sino también a consecuencia de la pandemia que ha agravado y deteriorado considerablemente las condiciones sociales, económicas y de salud de las naciones a donde pretenden llegar los haitianos, lo que ha incrementado el rechazo a esa población.

A querer o no, los haitianos siguen padeciendo la necesidad de huir de la tierra que los vio nacer.

Profesor-investigador del Depto. de Relaciones Internacionales, región occidente. Tec de Monterrey.
@contodoytriques

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