ESCAMOCHA
Pepe Díaz Betancourt
El reciente atropellamiento y muerte de Paola joven ciclista me hizo recordar a Mirna muerta bajo idénticas circunstancias hace unos años. Pero también de Ema y Jorge, de Daniel, es decir, decenas de ciclistas invisibles que circulan por la ciudad, cuyo homenaje se vuelve notable sólo por esa trágica bicicleta blanca colgada en algún sitio cercano a la tragedia a manera de mausoleo citadino.
Los más afortunados corren por las ciclovías subutilizadas cuando éstas no son invadidas por los motociclistas, verdaderos beneficiados por este carril confinado de uso ilegal, que sólo podría ser evitado por la Secretaría del Transporte que duerme en sus laureles con respecto a ese y otros asuntos cotidianos de la vialidad metropolitana, acusados muchas ocasiones con razón, de que sus acciones son más más punitivas y recaudatorias, que preventivas y protectoras.
Como en el tema de las carreras urbanas de los camiones repartidores, como si no fueran suficientes las corretizas de los camiones de pasajeros, entendemos que las empresas respectivas presionan al máximo a los choferes, pero debe evitarse con base a vigilancia e intolerancia a los abusos.
Ciudades modernas que cuentan con infraestructura y diversas modalidades del transporte trasladan sus labores de reparto a las noches para favorecer la vialidad en el día a todos los usuarios, con preferencia al transporte público y evitan estos excesos de velocidad en las colonias donde plácidamente ruedan los ciclistas sin percatarse de la cercanía de la muerte.
PILÓN
Interesante. La estadística sobre la presentación de los hechos atroces del día a día en la prensa local nacional donde Jalisco ocupa «honroso» segundo lugar, sólo después de Guanajuato, por presentar descripciones, imágenes, fotos y notas de atrocidades cometidas en la entidad durante 147 días del 2020. Mucho más arriba que Veracruz, Edomex e incluso la CDMX.
