PERSPECTIVA21
Verónica Juárez Piña
Si algo hay que destacar en la jornada electoral de este 6 de junio es el papel desempeñado por el Instituto Nacional Electoral y el voto responsable de las y los ciudadanos. El mensaje de los votantes es claro: demandan priorizar el diálogo, la construcción de acuerdos y mejores gobiernos.
Por eso promovieron la alternancia en los estados y en las delegaciones de la ciudad de México, el bastión de Morena; y la pluralidad en la Cámara de Diputados.
Y aunque si bien los resultados contribuyen a fortalecer la democracia, es necesario que se garanticen por otros medios la verdadera división de poderes y se ahuyente la amenaza del autoritarismo.
Es un gran logro que la ciudadanía haya evitado la mayoría calificada para Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados con lo cual se evita que promuevan unilateralmente, para atender instrucciones y ambiciones de López Obrador, cambios a la Constitución de la República.
Sin embargo, es imprescindible que también se garantice en adelante la independencia e imparcialidad del INE, al cual Morena y sus aliados amenazan incluso con desaparecer por hacer valer la ley en pro de la democracia, y lo mismo aplica para el Poder Judicial, al cual aún pretenden someter desde la Presidencia de la República a través de la “Ley Zaldívar” para que convalide arbitrarios cambios legales y a la Carta Magna.
Sólo mediante el respeto institucional a otros órganos de gobierno, como los mencionados, se garantizará la verdadera división de poderes, el federalismo y la democracia que mandata nuestra Constitución.
El que la ciudadanía le haya negado la mayoría calificada a Morena y sus aliados también es un claro mandato a todas las fuerzas políticas y a todos los niveles de gobierno para favorecer la construcción de acuerdos a fin de garantizar gobernabilidad y buenos resultados a todas y todos los mexicanos.
Es el caso de la definición del Presupuesto Federal de cada año, que si bien pueden imponer Morena y sus aliados con su mayoría simple, ello no garantizaría, ni de
lejos, bienestar para todas y todos, como ya se ha visto sobradamente en estos casi tres años de la actual administración.
En consecuencia, el Presidente, Morena y sus aliados deben atender la exigencia ciudadana, manifestada en las urnas de abandonar su uso clientelar del presupuesto, su avasallamiento de instituciones, su aniquilación de derechos sociales, su ineptitud ante situaciones graves como la pandemia del Covid 19 y la inseguridad y, en suma, su incapacidad para bien gobernar, todo lo cual se refleja en el desplome de la economía y el aumento de la pobreza.
Vista así, la pluralidad decidida por la ciudadanía para la Cámara de Diputados y diversos cargos de elección popular es un voto de castigo a López Obrador por su incumplimiento de compromisos y, peor aún, su agravio a amplios sectores sociales, como el de la niñez, las mujeres, y las y los jóvenes.
Es también un mandato para que abandone su política de polarización del país y de amenaza a los actores y sectores que no le sean afines para que, en cambio, restablezca el diálogo y la construcción de acuerdos con todos ellos para favorecer una mejor calidad de vida a toda la población.
Este 6 de junio fuimos testigos, una vez más, del valor de la democracia. Por eso hay que seguir defendiéndola y preservando el valor de las elecciones y el voto para promover, en paz, los cambios políticos que requiere el país y exigen las y los mexicanos.
Posdata: Aprovecho este espacio para agradecer a quienes confiaron en el proyecto que abanderé en esta elección que ha terminado. De acuerdo a los resultados preliminares, estos no me favorecen.
Seguiremos caminando, cumpliendo compromisos adquiridos haciendo comunidad pero, sobre todo, luchando por los derechos, los sueños, exigencias y aspiraciones de todas y todos los Tlaquepaquenses!
Esto apenas comienza… siempre leal ! Abrazos !!!
