¡Con los niños ya no más!

CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla

 

En 2013 murió en una cárcel de Puerto Vallarta el norteamericano Thomas White, donde purgaba una condena acusa de cargos por violación, delitos contra la salud y corrupción de menores.

Desde el año 1997 hasta septiembre del año 2000, invitaba a menores de edad a su domicilio donde les daba bebidas embriagantes, droga y dinero a cambio de que tuvieran relaciones sexuales con él.

Incluso en varios casos –con un arma de fuego– obligó a los menores a tener encuentros sexuales con otras personas y con él.

En ese municipio también se aposentó otro ciudadano estadounidense, David Creamer, señalado como uno de los mayores productores de pornografía infantil y dentro de los criminales más buscados por el Departamento de Justicia de los E. U. A.

Hoy nuevamente ese municipio jalisciense vuelve a ser noticia por la detención en flagrancia de un empleado municipal, Luis Alonso “N”, el pasado 26 de julio, con una menor de 10 años desnuda, y quien acusó al hoy ex funcionario de haberla abusado sexualmente.

Ante ello, el juez que llevaba el caso no lo vinculó a proceso, al determinar que “los hechos que se señalaban al imputado se trataban del mismo bien jurídico tutelado por los cuales ya estaba vinculado en otro proceso por el delito de abuso sexual infantil.”

Argucias legaloides plagadas de corrupción que hoy lo tienen separado de su cargo como juzgador.

Es de llamar la atención que desde la señal de alarma del caso Thomas White, poco o nada se ha hecho para inhibir esta monstruosa práctica.

Así lo señaló el año pasado El Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) que alertó sobre el aumento del turismo sexual infantil en México.

En su informe ‘La trata de personas en el Sector Turístico’ estimó que hay unas 20.000 víctimas de prostitución en el país menores de edad.

Los lugares más afectados por este flagelo son los principales destinos turísticos del país: Acapulco, Cancún y Puerto Vallarta. «También Tijuana por ser el patio trasero de Estados Unidos», agregó.

La impunidad sigue jugando un rol central en la existencia y proliferación de este tipo de delitos. El director de Redim indicó que de cada 100 carpetas de investigación donde los menores son víctimas, sólo una alcanza sentencia condenatoria.

Hoy es el caso de Luis Alonso “N”, hoy la sociedad está indignada, hoy la autoridad suspende a un juez que lo liberó del proceso, espero qué, en unos años, al igual que pasó hace una década con Thomas White, no tengamos que volver a sentirnos nuevamente enardecidos por otro caso de pederastia que a la distancia se dé por la falta de acción de sociedad y gobierno.

Politólogo, Profesor universitario y miembro del Claustro académico del ITEI

@aagsevilla

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