PERSPECTIVA21/Verónica Juárez Piña
La palabra “proyecto” proviene del latín: ir hacia adelante. Es una palabra que implica sembrar en el presente, para poder cosechar en el futuro.
Es la arquitectura, el diseño que se hace de lo que queremos lograr en un tiempo determinado.
Por ello, si la política debe ser el arte de hacer posible un mundo mejor para todas y todos, el proyecto es la hoja de ruta que permite llegar a acuerdos para que las condiciones de vida sean mejores para la mayoría.
No hay política sin proyecto; para entendernos pronto.
Las y los perredistas no nos hemos movido ni un ápice de esta concepción de la política. Desde nuestra fundación como partido político, hemos entendido que somos un puente para la construcción de programas de Gobierno que resuelvan los principales problemas de la ciudadanía.
Ha sido cuando el PRD se ve como fin y no como medio, cuando hemos perdido la confianza de la ciudadanía. Hoy, nuestro papel histórico es construir una alternativa al autoritarismo priista. Una alternativa coherente, moderna, razonable, incluyente y progresista.
En Jalisco, el panorama es similar. En días anteriores, manifestamos nuestra voluntad de construir una agenda con aquellas fuerzas políticas que representan el cambio en la Entidad.
Ocho de cada 10 ciudadanas y ciudadanos quieren un cambio del partido en el Gobierno, y queremos ser vehículo para que ese cambio suceda.
Lo que dijimos en rueda de prensa es que estamos abiertos a sentarnos en la mesa y delinear un proyecto que sea atractivo para una amplia mayoría de las y los jaliscienses.
No es no una hoja en blanco, ni tampoco una alianza a ciegas, sino un espacio de deliberación con otros partidos políticos y plataformas ciudadanos para coincidir en un programa de propuestas de cara a los comicios presidenciales de 2018.
Nuestros planteamientos están enfocados en cinco ejes: una agenda ambiciosa de combate a la corrupción en todos los niveles de Gobierno, con plena autonomía de aquellos que deben perseguir la corrupción; combate a todas las desigualdades, comenzando por las económicas y de género; gobiernos de coalición que sean fiel reflejo de la heterogeneidad de la sociedad; cambio en la estrategia de combate a la inseguridad, privilegiando la atención a las causas y la prevención; un programa de cambios para reducir los privilegios de la clase política.
Si acordamos en estos temas, creo que podemos construir un frente competitivo y que mande un mensaje de renovación en Jalisco.
Jalisco debe empezar a hablar de ideas y no de nombres propios. Un frente opositor al PRI tiene sentido si se configura a través de consensos sobre políticas públicas determinadas y con un compromiso firme de las partes.
Las y los perredistas apostamos por el entendimiento y por acuerdos que vayan más allá de los partidos.
Estaremos presentando de ideas de cara al futuro que llenen de sustancia las alianzas rumbo a 2018. Acuerdos e ideas, son lo único que tenemos para pedirles a las ciudadanas y ciudadanos que nos den su apoyo en la siguiente elección.
