Porfirio Díaz a 100 años

GARAIZ3LA MÉNDIGA OLIGARQUÍA/ Esteban Garaiz

El 2 de julio de 1915, hace 100 años, murió en París el ex presidente General Porfirio Díaz. Sus restos están en el cementerio de Montmartre.

Cuando 4 años antes salió exiliado de México en el buque Ipiranga por el puerto de Veracruz, México tenía 15 millones de habitantes, de los cuales 12 millones eran peones de las haciendas y sus familias: descalzos, desnutridos, analfabetos. No sólo proletarios, porque proletario es quien no tiene patrimonio más que la fuerza de sus brazos. Eran debajo de proletarios porque nacían cargando con la deuda, transmitida de padres a hijos, que los amarraba por generaciones a la tienda de raya de la hacienda, en cuyos libros estaban anotadas sus cuentas pendientes, que no podían leer.

Naturalmente no usaban dinero o sea que el 80 por ciento de los mexicanos estaban fueran de la economía monetaria. Se les “pagaba” en especie: varas de manta para las enaguas de las mujeres y para los calzones de los varones, cuartillos de maíz o de frijol, piloncillos de dulce, sal. El caporal o administrador anotaba en el libro, pero siempre en la cuenta salían debiendo. Como en las arenas movedizas: cuanto más te mueves, más te hundes. Ni soñar con el seguro social.

            Los tan mencionados trenes signos de modernidad eran tres grandes líneas, como estructura de drenaje rumbo a tres puntos en la frontera norte, exportando minerales; jamás la inmensa mayoría de los mexicanos se subieron a un tren si no es para ser deportados presos a Valle Nacional, donde morían como moscas a los meses de llegar, como los Yaquis.

Quien desee tener un panorama realista del país que dejaba Porfirio Díaz valdrá la pena que leaMéxico Bárbaro  del periodista norteamericano John Kenneth Turner. De las 7 mil escuelas públicas que dejó Benito Juárez al morir después de tantos percances, Porfirio Díaz las aumentó a 10 mil para 5 millones de niños y jóvenes; o sea: una por cada 500 niños.

En resumen: Porfirio Díaz mantuvo en “paz”  una república del 20 por ciento, con “cuatro quintas partes”  de los pobladores excluidos y parias, como decía el propio ministro Justo Sierra. Al irse Díaz del país, Don Francisco I Madero fue electo por la enorme cantidad de 19,997 votos indirectos. Hubo que esperar a la ley electoral de Venustiano Carranza de 1914 para que votaran dos millones en voto universal (de los varones).

P.D Desde 1982 vamos otra vez para atrás.

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