REPORTES DE AQUÍ Y DE ALLÁ/ Carlos Lázaro
El Museo de arte Moderno con motivo de su 50 aniversario, tiene entre sus exposiciones en curso hacia el final de 2014 y principio de 2015, una bien interesante recopilación en honor a la obra de don Pedro Ramírez Vázquez, arquitecto que proyectó este importante museo mexicano; un hombre de larga trayectoria quien vivió 94 años de una larga y fecunda vida dedicada al quehacer humano en el área principalmente de la arquitectura, pero también del diseño industrial mostrando una creatividad sin , así como otro tipo de actividades a las que accedió por su siempre buen tino de estar al centro de la escena de la arquitectura políticamente importante.
Recordamos a Don Pedro Ramírez Vázquez, prácticamente en el imaginario de la memoria colectiva de la Ciudad de México y del país. Un hombre de portentos y obras magnas, de grandes proyectos, a tal grado, que se puede decir que la gran mayoría de los mexicanos han recorrido alguna de sus obras arquitectónicas en algún momento de la vida.
Baste nombrar a la Basílica de Guadalupe, a los pies del Cerro del Tepeyac, obra construida en 1976, así como el Estadio Azteca de 1966 o el Museo Nacional de Antropología de 1964, para confirmarlo, ya que estamos hablando de tres magnos escenarios donde discurre parte de la vida nacional en su forma más común y amable.
Sin embargo obra son de Ramírez Vázquez, otros lugares tan importantes como emblemáticos. Ahí tenemos por supuesto, la gran Cámara de Diputados en la Ciudad de México o una veintena de mercados como los de Coyoacán, la Lagunilla o San Pedro de los Pinos, algunos hechos en colaboración junto con otro de los grandes de la arquitectura en México, Félix Candela.
Cierto es también que su obra no se circunscribe únicamente a lo arquitectónico, obra portentosa fue también la que se le asignó como organizador de los Juegos Olímpicos de 1968 en la Ciudad de México, la primera olimpiada de la era moderna que por otra parte contó con una Olimpiada Cultural en forma paralela. De este intenso episodio se da fe en la exposición el Museo de Arte Moderno, en donde además luce toda la señaletica y logotipos que el mismo Pedro Ramírez Vázquez diseñó para todo el evento y que nos permite apreciar un enorme don para establecer una mirada integral sobre todo el evento.
Hay en la exposición, además de todo aquello que Ramírez Vázquez si vio construir, una amplia recopilación sobre proyectos que nunca se construyeron, como el de su famoso segundo lugar para la ampliación del Museo del Louvre, que ganó entonces el arquitecto estadounidense de origen chino, Ieoh Ming Pei. O también se puede ver el arco en forma de cinta Moebius que proyectó con Fernando Romero y que desafortunadamente no se llevó a cabo.
Ramírez Vázquez no deja de sorprendernos y esta exposición en el Museo de arte Moderno es una excelente oportunidad para acercarnos en una forma bien compendiada a la gran herencia arquitectónica y artística que nos legó este arquitecto Mexicano universal y del siglo XX.
@carlitoslazaro
Director de la revista VIVEDEVIAJE.COM
