Temacapulín

GARAIZ3

LA MÉNDIGA OLIGARQUÍA/Esteban Garaíz

Una vez más hemos ido de visita a Temacapulín: a gozar de su agua termal y a saludar a los amigos.

El balneario de La Peñita estaba repleto; la plaza y las calles, como siempre, impecables de limpias. El jardín central, con su bello kiosko, alegre. La plaza del templo majestuoso con el bronce al poeta Alfredo R. Plascencia, que fue su párroco. Las casas de los hijos ausentes bien cuidadas y pintadas, pero vacías. Casi todas con su cartel: Esta casa no se vende. No se reubica. No se traspasa.

La gente también está alegre. Esperanzada con las últimas noticias. También algo inquietas y temerosas: con incertidumbre. La cortina de 80 metros todavía llegaría hasta la puerta del viejo panteón de la lomita.

Los amigos ingenieros hidráulicos aclaran que el tener que construir un muro de contención alrededor del pueblo es un absurdo técnico. Representaría tener que bombear todos los escurrimientos de la cuenca de arriba, posibilidad de grietas peligrosas, amenazantes; y saldría más caro el caldo que las albóndigas.

Con la cortina de 65 metros sería suficiente para obtener el agua requerida.

Además corresponde a la tendencia técnica mundial de no construir ya presas gigantescas, sino realizar embalses de menor tamaño a lo largo del curso de los ríos, para mantenerlo vivo y lograr mayor aprovechamiento de las cuencas. Eso es lo que sugieren hoy los organismos internacionales de las Naciones Unidas.

Por otro lado está la decisión política. La autoridad federal competente tiene la última palabra. Pero hay que decirlo claro: si la atrocidad de inundar Temacapulín, Acasico y Palamarejo se logra detener, se debe a la resistencia popular, de los habitantes de estos pueblos, de los ciudadanos conscientes de Jalisco echados a la calle, del apoyo logrado de los legisladores federales (que tuvieron que hacer frente al ilegal acoso policíaco del gobierno del Estado) y también al respaldo internacional logrado.

Sólo la descarada voracidad del grupo empresarial hispano- foxista agroindustrial de Silao pudo querer cometer el atropello ilegal de una concesión de aguas superficiales por 25 años con la complicidad panista. La méndiga oligarquía. No los fraternos habitantes de León, Gto. Para uso domestico.

P.D. Un saludo fraterno al valiente Poncho Iñiguez y a su nieto Chuy. Temaca vive, la lucha sigue.

@EGaraiz

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