POLÍTICAMENTE INCORRECTO/Por Carlos Maguey
Hace dos semanas, recién estrenados los actuales diputados federales, el PRI presentó una iniciativa para reducir 132 legisladores federales, de manera que en lugar de tener 500 diputados, tengamos sólo 400; y en lugar de 128 senadores, tengamos únicamente 96.
La razón que argumenta el PRI, a través de la diputada jalisciense Patricia Retamoza, es que se podría conseguir un ahorro de casi mil millones de pesos al año del erario.
Y la verdad es que el grueso de los ciudadanos no necesitan otro argumento para decir que sí a esa propuesta, pues reducir el gasto de un poder que a todas luces es inoperante, parecería suficiente para que todos al unísono gritáramos que sí.
Sin embargo hay que revisar las condiciones. Primero: esta propuesta podría comenzar a rendir sus beneficios de reducción de gasto hasta dentro de 3 y 6 años, es decir, cuando se renovaran ambas cámaras.
Segundo: que pueda representar un ahorro de mil millones de pesos anuales, no significa que ese dinero vaya a dejar de gastarse en otras cosas, porque en esta semana los diputados federales planean modificar su ley orgánica para pasar de tener 44 comisiones en la Cámara de Diputados, a tener 55, lo que representa vehículos para quien las preside, secretarios técnicos con sueldos de 39 mil pesos, 2 asesores que cobrarían 30 mil pesos cada uno, 39 mil pesos mensuales para gastos que haga la comisión y hasta 3 mil 200 pesos extras de telefonía celular cada mes.
No sólo eso, sino que también quieren llenar el Congreso de comisiones especiales que pueden ser tanto para investigar el caso de Monex, para salvar las selvas de México, para frenar el alza a la luz o para fines más trascendentales, como la propuesta que existe para crear una comisión para frenar el calentamiento global.
Todos los casos son reales, ninguno es intento de burla, bueno, al menos no es un intento mío de burlame, en todo caso son los diputados los que se pretenden burlar de nosotros.
La propuesta de reducir plurinominales, sin embargo, seguramente será bien vista por muchos sólo por el hecho de reducir la cantidad de diputado y senadores que llegan al Congreso de la Unión sin hacer campaña.
Pero yo en cambio soy de los que cree que los diputados plurinominales no deben desaparecer, sino que deben ser los de mayoría relativa, quienes reduzcan su número.
Claro, esta posición es impopular, pero de verdad, los diputados plurinominales tienen un motivo importante para existir, pues es la manera en que las minorías, tienen una representación en función del número de votos que hayan recibido, eso garantiza que aquello que votaron por este partido tengan cierta representación aunque no le alcance para un legislador de mayoría.
Esto tiene sus ventajas sobre todo en los partidos emergentes o los partidos consolidados que tienen buena votación, pero no suficientes triunfos individuales, aunque como desventaja, podemos ver que también permite que se perpetuen los partidos que muchos vemos como parásitos, como el Partido Verde o el PT.
Para poner un ejemplo de su utilidad, si en el Legislativo estatal desaparecieran los diputados plurinominales, en la siguiente legislatura tendríamos 14 diputados del PRI, 5 del PAN y 1 de Movimiento Ciudadano, pero los espacios plurinominales aseguran la entrada de otros diputados de estos tres partidos y además, le concede dos espacios al PRD, lo que asegura que los legisladores represente a los ciudadanos en la proporción que es más justa.
Sin duda los diputados y senadores tienen mala fama, y los plurinominales, aún peor, pero eso no significa que los debamos desaparecer, quizá podríamos pensar en que suban el umbral para que los partidos puedan aspirar a este tipo de curules, pero creo que no podemos aspirar a que desaparezca este tipo de diputaciones, pues resulta más benéfico reducir a los de mayoría relativa, claro que algunos criticarán esta posición diciendo que esto significaría que cada legislador representará a más personas.
Pero de todos modos en este momento cada uno de los 20 diputados representa en promedio a 250 mil ciudadanos, si hubiera menos diputados, podría ser que cada uno represente a 500 mil ciudadanos y aunque sí pueden ser muchos, hay que reconocer que en este momento, los diputados no atienden a sus representados, da lo mismo si son poco o mucho.
Sería ideal que fueran pocos y eficientes, pero como eso es prácticamente imposible, aspiremos a que al menos sean menos los legisladores y que a la larga reduzcan sus gastos.
