100 días de Joe Biden

DIVISADERO

Eduardo González Velázquez

Joe Biden cumplió sus primeros cien días al frente de la Casa Blanca. Como resulta complicado establecer qué derroteros seguirá la presidencia del demócrata en los siguientes años, comentemos sobre lo realizado en los primeros meses de gobierno y desde ahí establezcamos una primera impresión de los hechos.Al igual que Barack Obama, último presidente demócrata, el originario de Pensilvania arrancó su cuatrienio en medio de una severa crisis económica a consecuencia de la pandemia del covi19. Sea cual sea el origen de la crisis, los dos demócratas han comenzado sus gobiernos remando contra corriente.

En los primeros cien días del gobierno de Joe Biden, el jefe de la Oficina Oval ha enfrentado con éxito las dos principales prioridades para la sociedad estadunidense: la vacunación contra covid19 y la crisis económica.

Sin duda, la estrategia para la vacunación ha dado buenos resultados. Casi doscientos millones de ciudadanos vacunados en menos de cuatro meses. Asimismo, ha logrado establecer como mecanismos de defensa contra la pandemia una serie de protocolos de salubridad que en la administración anterior habían sido desdeñados.

En cuanto a la economía, ha conseguido reestablecer el ritmo en la creación de empleos perdidos durante 2020 y retomado el crecimiento económico. Todo ello, a consecuencia del repunte en las actividades comerciales, industriales y de servicios.

Donde la administración Biden ha quedado más rezagada es en la cuestión migratoria donde arrancó a tambor batiente y desfalleció en el intento.

Si bien, el presidente inició enviando al Congreso su propuesta de reforma migratoria y firmó una serie de Acciones Ejecutivas para detener las prácticas antimigratorias de Donald Trump, además de prometer millones de dólares en ayuda a los países centroamericanos para generar empleos y eventualmente detener la migración, muchas promesas electorales están durmiendo el sueño de los justos.

Más temprano que tarde la presión del Congreso se hizo sentir y las cosas fueron cambiando.

Se canceló la posibilidad de admitir 62,500 refugiados durante este año fiscal, con el objetivo de alcanzar eventualmente un límite anual de 125,000, y se mantuvo el número establecido en la era Trump de 15,000 personas.

Por otro lado, se puso en marcha la Operación Centinela con el objetivo de cerrar la frontera, aunque se diga que lo que buscan es detener a las bandas de coyotes.

En cuanto a la política exterior los mayores logros son retirar las tropas estadunidenses de Afganistán después de 20 años, así como el retorno al Acuerdo de París sobre cambio climático y a la Organización Mundial de Salud.

En lo que respecta al futuro, Joe Biden continúan instalado en las promesas. Así lo dejó en claro frente al Congreso. Habló de su plan de infraestructura y empleos. Del gasto de cuatro billones de dólares que pretende ejercer en educación, cuidado infantil y empleos.

Asimismo, de sus planes para enfrentar a China, retomar el acercamiento con Irán y suavizar las relaciones con Cuba. En lo doméstico, también abordó lo referente a la Ley de Justicia en la Policía, que ya fue aprobada por la Cámara de Representantes y necesita ser votada en el Senado.

No deja de llamar la atención que frente a los legisladores, el presidente Biden haya dicho que “en nuestros primeros 100 días juntos, hemos actuado para restaurar la fe de la gente en nuestra democracia”; a querer o no, lo mencionado nos recuerda aquellos tiempos de la campaña electoral de Jimmy Carter, donde la clase política tenía como principal tarea recuperar la confianza de la ciudadanía.

Décadas después, siguen instalados tratando de cumplir esa encomienda.

Sin duda, eso es un paso necesario, pero no suficiente. Al tiempo.

Profesor-investigador del Depto. de Relaciones Internacionales, región occidente. Tec de Monterrey.
@contodoytriques

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