HACIENDO ADOBES/ Miguel Zárate
Seguramente los problemas críticos por los que atravesamos a veces nos hacen perder de vista que no faltan temas de importancia que no debemos pasar por alto.
Caso concreto es el reporte importantísimo que ha emitido el Instituto Nacional de Estadística y Geografía -INEGI-, como resultado de un censo efectuado, como corresponde a cada década, ahora entre serias dificultades y problemas.
La propia institución, incluso, ha aclarado que pueden darse algunas imprecisiones como consecuencia de este trabajo agobiado por la circunstancia y que, en su momento, podrían emitirse fichas técnicas aclaratorias o complementarias.
Sin embargo, ni duda cabe que los datos así obtenidos son de vital importancia para nosotros y ni qué decir de lo que se confirma en cuanto a asuntos como el crecimiento urbano, especialmente en el área metropolitana de la capital jalisciense y de que algunas son sorpresas, también.
Para empezar ya el área metropolitana de Guadalajara dejó de ser la segunda a nivel nacional, sitio que ahora ocupa el área de Monterrey (dato que empieza a generar polémica por algunas imprecisiones que pronto se aclararán), lo cual empieza a darnos una idea de que en la urbe neolonesa se han dado condiciones favorables para atraer población.
Además, por otro lado, ya no es la ciudad capital de los jaliscienses la que tiene mayor número de habitantes puesto que el municipio de Guadalajara se ve desplazado por Zapopan como el más relevante poblacionalmente hablando dentro del perímetro conurbado.
El despoblamiento tapatío, claro, no es cosa de hoy y solamente era cuestión de tiempo para que este fenómeno se diera paulatinamente.
Más interesante resulta el hecho de que uno de los municipios del AMT, y que tradicionalmente se escalonaba muy por debajo de los clásicos “cuatro” (Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque y Tonalá), ahora pasa a ser el tercero más importante de la entidad, luego de Zapopan y Guadalajara, ya que, según el estudio, efectivamente registró en Tlajomulco un crecimiento espectacular en solamente diez años, en el orden del 75 por ciento.
Ahora bien, el INEGI es un instrumento del estado mexicano para conocernos mejor y refleja sencillamente la realidad en muchos órdenes entre los que el aspecto de población es un punto de referencia, aunque igual habría que analizar otros datos como la vivienda, las características sociales y humanas, la atención a la salud, la educación y muchos más.
El hecho de que se hayan dado cambios trascendentes en el área metropolitana ha de ser motivo de estudio para detectar sus causas y si, como parece, están involucrados factores como el de una mala planeación en el crecimiento que se había venido dando desde hace mucho, mucho tiempo.
De esta forma, Zapopan en su caso no solamente ha crecido en número de habitantes sino en un potencial económico que le otorga predominio real en la entidad. No es pues simplemente la ciudad dormitorio de otras épocas.
Y el caso de Tlajomulco muestra de manera evidente la tendencia indiscutible de ampliación de la mancha urbana hacia el sur, por la multiplicación inusitada en la vivienda, el comercio y la industria, principalmente.
Todo ello nos lleva a conclusiones que implican atención inaplazable.
Ya sobre esto ha tocado el tema el titular del IMEPLAN, Mario Silva y recordar que este organismo, así como distintas regulaciones e instrumentos auxiliares, han actuado en forma más decidida de manera relativamente reciente.
Lo que es un hecho es la importancia de fortalecer en principio de que ya los municipios conurbados no pueden seguirse manejando como entidades aisladas unas de otras y con políticas públicas diferentes. Cada vez se estrecha más la vinculación y esto hace exigible que el concepto de la metropolización sea inaplazable.
De otra manera seguirían dándose el fenómeno de crecimiento anárquico, con impactos sucesivos en la dotación de infraestructura y servicios que atañen a todas las localidades.
Preocupa el tema, naturalmente, ante el advenimiento de cambios en las administraciones municipales que se darán este mismo año.
Aún no es tiempo de campañas propiamente y no se han dado las posturas que los distintos partidos asumirán para posicionar candidatos a presidentes municipales, pero inquieta si, además de la lucha política, serán ventilados los temas que más importan a los habitantes del área metropolitana.
Luego, habría que ver la posición política en estos temas ya que por ahora no puede confirmarse la cierta uniformidad en este sentido con la que cuenta un solo partido.
Si los siguientes ayuntamientos no concilian intereses entre sí o si las eventuales diferencias políticas provocan la falta de acuerdos trascendentales, el área metropolitana tendrá mayores problemas para resolver los problemas de sus moradores.
Ahí es donde veremos si los intereses partidarios o hasta personales, podrán amenazar al verdadero desarrollo integral social y humano de la población.
A fin de cuentas, lo que ahora nos da el censo son números, pero nos toca a todos servirnos de esa información para crecer de manera ordenada y garantizar, a pesar de los demás criterios políticos, la auténtica solución a los retos que nos presenta el crecimiento metropolitano.
