Dilema vital

ESCAMOCHA/Pepe Díaz Betancourt

No hay calificativo más allá de la crisis, pero si existiera describiría muy bien las dificultades actuales acerca del trasplante de órganos y tejidos.

El desplome de donaciones es hasta del 80 por ciento y atañe también a la sangre, ya existía una fuerte problemática, pero la pandemia agudizó de una forma dramática el dilema, hoy los enfermos crónicos enfrentan un escenario desolador.

La OMS estima que deben existir 10 donantes de sangre por cada 1000 habitantes, en cuanto a órganos ya se percibía un crecimiento ligero pero aún deficitario de 3.7 donaciones por cada millón de habitantes, un indicador dramático, porque eso significa que 17 mexicanos (as) mueren al día a la espera de un órgano.

España conocido mundial de cesiones tiene una tasa de 43.4 donaciones por cada millón de habitantes (desde luego que la pandemia ha disminuido este avance), en su mejor momento se realizaban cinco mil trasplantes anuales, es decir, 13 diarios.

El desplome es trágico pero todos saben que la cultura de la donación prevalece y se recuperará al paso de los meses (nunca lo suficiente), aunque los obstáculos en nuestro país son la desconfianza y el egoísmo.

Un estudio reciente revela que los mexicanos no donan sus órganos por prejuicios como: corrupción, religión, desinformación, otros creen que sus órganos no sirven y una asombrosa conclusión: ¡Porque duele! (Conacyt, 2018)

PILÓN

Mientras los políticos desafinan coreándole al pueblo que la vacuna: “Ya llegó de donde estaba ausente” y presumen que de un momento a otro estarán vacunando a todos, los técnicos sanitarios y sabios de la salud tararean otra melodía: “Para abril o para mayo”. A ver si después de lucirse no le salen a los ciudadanos con la de: “Mira mamá que yo no fui”. Y así las tonadas.

Periodista. Docente y coordinador de diplomados en periodismo en la Universidad de Guadalajara y el ITESO

@pepdiazjose

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