La «tregua» con la prensa

HACIENDO ADOBES/Miguel Zárate

No son los mejores tiempos para la libertad de expresión, pero la verdad los ha habido iguales y hasta peores.

Sin embargo, no deja de llamar la atención que a pesar de las “benditas redes” y otros mecanismos modernos de información, la prensa en general sigue siendo el motivo de las mayores molestias entre la clase política gobernante.

Los calificativos que suele emplear el presidente Andrés Manuel López Obrador contra los periodistas “conservadores”, así como a varios medios en específico, desdicen lo que hace apenas unas semanas consideró el tiempo de hacer una tregua, principalmente ante el problema de la contingencia que vivimos.

Desde luego que los mandatarios siempre han tenido sus comunicadores preferidos, incluso profesionales de la adulación y expertos en el disimulo ante los errores, igual que sus “contras” que prácticamente “un día sí y otro también”, suelen sacar a flote cuanto gazapo verbal, ignorancia exhibida o error de dicción o gramática, parecen en efecto tener la misión de hacer enojar al presidente, sacarlo de sus casillas en no pocas “mañaneras” y hacer que desborde sus comentarios en la forma más peyorativa que encuentra en su diccionario tan lleno de lugares comunes.

Y decimos que no son los peores porque, efectivamente, hubo épocas en las que el periodista de investigación, el analista concienzudo y hasta los dueños de periódicos y otros medios, fueron salvajemente atacados y rabiosamente perseguidos.

López Obrador, en su caso, es todavía una especie de aprendiz de brujo en las artes de someter a la prensa como lo hicieron, entre otros, Díaz Ordaz, Luis Echeverría, Carlos Salinas, etcétera.

Y, aunque se supone que “ya no es como antes”, tarde parece que se le hace al titular del Ejecutivo para que alguno de los periodistas de “la corte” y algunos francamente de los comúnmente llamados “paleros”, le ofrezcan en bandeja una pregunta a modo para de ahí descargar su furia y flamígero dedo hacia los que “osan” criticar su gestión y hasta, eso piensa, desdibujar su presencia bienaventurada y salvífica de esta nación.

La verdad, pobres como él, y como tantos que siguen los pasos del denuesto cuando aparecen los comentarios incómodos, las “de ocho” que les atraganta el desayuno, la columna convertida a su modo de ver en “calumnia”.

AMLO, como no pocos de los que a su vez gobiernan en otros puntos del país, prácticamente todos, es alérgico a la nota que no sigue la pauta ni los lineamientos que vienen aún de sus distintas oficinas de prensa.

Claro que para los dueños de medios la cuestión tiene sus factores que pocos entienden pero que adquieren sentido: son empresarios de la comunicación y, por tanto, quienes en última instancia rigen las políticas editoriales, pero, hay que reconocerlo, la gran mayoría se manejan en el más real de los terrenos: la aceptación de su público y hay que advertirlo, esto no es nada fácil ni nada sencillo.

No obstante, todos o casi todos los gobernantes caen en la tentación no solamente de querer someter a los que consideran “periodistas adversarios”, los acusan de chantaje, de “chayotismo”, casi hasta de ser capaces de vender a la patria.

A su vez, los políticos también saben comprar algunas conciencias, armar estructuras completas como la de cierto esposo de cierta funcionaria federal que ahora sabemos no es tan capaz de conducirse con verdad plena.

El juego de los “bots” tan frecuentes ahora en las redes sociales, los comentarios supuestamente del “público” en las páginas web de los medios, en manejo de sus propios recursos en los que invierten el presupuesto y los millones que han venido quitando a los medios independientes, son parte de su estrategia.

Nada buenos son los tiempos actuales para la libertad de expresión, con todo y las prometidas “treguas”.

Sin embargo, bueno es tener presente que se trata de la última trinchera desde la que un país puede acabar tarde o temprano con las dictaduras, porque enarbola las verdaderas causas y, siempre, hace fuerte a las democracias.

Regidor del PAN en el Ayuntamiento de Guadalajara

@MiguelZarateH

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