De nota roja

guero2CAVILANDO ANDO/Alfonso García Sevilla

103 asesinatos de periodistas se han registrado en lo que va del sexenio sin que se tenga un compromiso firme por parte del Estado Mexicano por «mover» sus instituciones para castigar a los responsables de tan cobardes actos y otorgar las condiciones necesarias para garantizar que esto se pueda revertir. 

Estos asesinatos se suman a los alrededor de 4 mil homicidios dolosos registrados en lo que llevamos del 2017 sin que exista una respuesta gubernamental que frene, revierta y garantice la seguridad a los que en este país habitamos, peor aún, no hay interés de los responsables de velar por la paz y tranquilidad para que esto se pueda dar. 

Egremio periodístico ha sido golpeado constantemente en los últimos años, más allá de lo riesgoso que se ha vuelto el ejercicio de su profesión,  la investigadora del Departamento de Estudios de la Comunicación Social, de la Universidad de Guadalajara (UdeG), María Elena Hernández Ramírez, señaló que la violencia la experimentan en diversas formas, desde la que ejercen en su contra criminales y funcionarios públicos, hasta aquella que tiene su origen en la falta de respaldo de sus casas editoriales al no brindarles condiciones de trabajo dignas y de seguridad para el ejercicio del periodismo de investigación. 

Esta violencia sistémica atenta  plenamente contra nuestros derechos consagrado en la Carta Magna a la información y a la libre expresión.

Más grave porque vivimos en un país donde la corrupción e impunidad alcanzan niveles de escándalo mundial en una sociedad poco educada, responsable y enterada de sus derechos y obligaciones.

Ante la falta de acción social para generar contrapesos a los abusos de los poderes del Estado, se vuelve imprescindible contar con medios de comunicación libres, objetivos y profesionales que puedan al menos dar cuenta de los excesos de la clase política y de sus recurrentes omisiones que han permitido llegar a niveles de violencia exponenciales.  

Vaya mi total indignación a los que han permitido que esto siga sucediendo y mi apoyo incondicional y reconocimiento a los valientes que a pesar de lo aquí descrito, siguen ejerciendo de manera ética y sin miedo un oficio que ni en países en guerra es tan peligroso realizar. 

  ¡Ya no más!

Analista político

@aagsevilla

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