Las participantes se desnudaron en el río Cuyahoga para denunciar la “retórica represiva del Partido Republicano hacia las mujeres y las minorías” y levantaron espejos para simbolizar el pensamiento progresista de las mujeres.
Tunick, quien vive en Nueva York y es conocido por sus multitudinarias concentraciones nudistas, no quiso referirse al evento como una protesta, sino como “una acción artística en la que se buscaba crear un momento poderoso, pero no violento”.
La sesión se mantuvo secreta hasta el último momento en una dirección secreta para mantener seguras a las voluntarias. “Trump y (Mike) Pence están dando a muchos en los Estados Unidos la idea de que está bien odiar”, se puede leer en la página del fotógrafo, el cual recopiló los testimonios de las protagonistas.
La policía, el FBI y la guardia costera acudieron al evento, pero no pusieron impedimentos para su desarrollo.
