Las segundas elecciones generales en seis meses arrancaron hoy en España marcadas por el temor a que se extienda en el tiempo la ingobernabilidad del último medio año y en medio de la crisis europea sin precedentes que supone el “Brexit”.
A las 9 horas local abrieron las urnas en los cerca de 23 mil colegios electorales del país. Más de 36.5 millones de españoles están llamados a votar para elegir a los 350 representantes del Congreso de los Diputados y a 208 de los del Senado. El país lleva medio año sin Gobierno, después de que los partidos no lograran alcanzar un acuerdo tras los comicios del 20 de diciembre.
A las 20 horas cerrarán los colegios y se conocerán los sondeos a boca de urna, momento en el que arrancará el recuento. Se prevé tener el resultado final en torno a las 23 horas. El Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy encabeza las encuestas, pero una victoria en votos y escaños no le garantiza el Gobierno. El bipartidismo fue sustituido hace medio año por un sistema de cuatro partidos medianos, lo que hace que la formación de cualquier Ejecutivo tenga que pasar ahora por un pacto que los partidos no lograron cerrar tras las elecciones de hace seis meses.
En la izquierda se libra una batalla entre el Partido Socialista (PSOE) y Podemos. La formación de Pablo Iglesias pugna por ser segunda y arrebatar a la de Pedro Sánchez la hegemonía histórica en ese lado del espectro. Todas las encuestas previas coincidían en que podrá hacerlo gracias a la coalición electoral de izquierdas que ha cerrado bajo el nombre de Unidos Podemos.
Los comicios de hoy son una repetición de facto de los de diciembre ante la incapacidad de las cuatro formaciones principales -PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos- de ponerse de acuerdo. Nunca antes había pasado algo semejante y el temor es que se repita la situación. Con un 30 por ciento de indecisos, las encuestas prevén un voto similar al de hace seis meses, que deje dividido el Congreso de los Diputados en dos bloques ideológicos iguales, con el PP y Ciudadanos a un lado y el PSOE y Podemos al otro. Esto y los vetos cruzados que los partidos han mantenido durante la campaña es lo que despierta el temor a que haya que ir a una nueva cita electoral antes de fin de año.
